El renacimiento de Bouldini es vitamina para el Levante
El doblete anotado ante el Albacete le sitúa a un gol de igualar su mejor marca como granota
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Valencia
Dos meses en el ostracismo tras fallar un gol clamoroso ante el Mirandés en el minuto 88 de partido, con 2-1 en el marcador y que hubiera certificado una victoria que se transformaría en un empate depresivo en el tiempo de prolongación.
Bouldini dudó, en un mano a mano contra el guardameta, entre golpear a un lado de la portería, regalarle un pase a la red a Óscar Clemente y acabó resolviendo la acción con una cucharita que no cogió ni portería. Risas en la grada, desesperación en el banquillo y desconexión mental en el protagonista.
El delantero marroquí se derrumbó sobre el césped, no se podía creer la pifia que había realizado y ese fallo en la decimocuarta jornada le ha penalizado durante demasiadas semanas en las que ha deambulado, ha vagado por los estadios sin la actitud que el equipo necesitaba de su máximo goleador y que había empezado la Liga como un tiro.
No sé si habrá sido el espíritu de la Navidad pero Bouldini regresó ante el Albacete cuando el equipo más le necesitaba tras la lesión de Fabricio.
Quizás, la ausencia del brasileño y el grado de confianza que le ha transmitido Calleja en estas dos semanas de entrenamientos han sido el estímulo que necesitaba para salir enchufado desde el primer minuto, presionando la salida de balón del rival, ayudando en labores defensivas con un gran derroche físico y dándole continuidad al juego ofensivo.
Bouldini es un rematador, un castigador del área por naturaleza y así lo acredita en la ejecución de los 7 goles anotados, situándose a tan solo uno de igualar la marca de la pasada temporada y que superará en pocas semanas si juega con la misma intensidad y con la misma pasión que ante el conjunto manchego. Cuando Mohamed sonríe, el Levante es feliz.
José Manuel Alemán
Redactor de Deportes en Radio Valencia