Orihuela

Un joven de Torrevieja ha denunciado la clara discriminación racial que sufrió en una discoteca de la localidad,

Wail pretendía divertirse con sus amigas el pasado 6 de diciembre en una discoteca de Torrevieja a la que suele acudir, pero esa noche le prohibieron la entrada “por ser árabe”; esa fue la argumentación de los porteros. Ante la incredulidad de lo que estaba viviendo, el afectado requirió la presencia de la Guardia Civil y los agentes hablaron con los controladores de acceso.

Wail ha reconocido que sus raíces le han llevado a sufrir diferentes situaciones similares, pero nunca tan claras como esta, por lo que ha interpuesto una denuncia por discriminación racial y por abuso de derecho de admisión.

El PSOE condena el "racismo recalcitrante" del establecimiento

El PSOE de Torrevieja ha condenado un hecho que califica de “racismo recalcitrante”.

La portavoz socialista, Bárbara Soler, explica que este joven de 23 años es torrevejense y estudiante de Relaciones Internacionales, y que incluso, según figura en la propia denuncia, en presencia del agente la respuesta por parte del personal de la discoteca fue la misma: los árabes no entran, es política de empresa.

“Tales hechos solo merecen una respuesta igual de contundente: no es política de empresa, es racismo recalcitrante”, apunta Soler, que además lamenta que la discoteca no se haya pronunciado.

El joven solicitó la hoja de reclamaciones e interpuso una denuncia “por ejercitar el derecho de admisión de forma discriminatoria y abusiva, en contradicción con el art. 14 de la Constitución que aquel día celebrábamos todos”, indica la portavoz socialista.

Y recuerda que “estas infracciones están calificadas como graves por la normativa valenciana y pueden conllevar de forma acumulativa desde multas de 601 a 30.000 euros hasta la clausura del local por un periodo máximo de seis meses”.

La portavoz socialista indica que «su gesto es esencial porque el ejercicio de la tolerancia ante situaciones intolerables contribuye a su normalización en la sociedad. La inacción y el silencio ante las injusticias sistemáticas hace que se conviertan en algo tan cotidiano que acabamos excusándolas y blanqueándolas. Por ello, “todo mi apoyo a los que pelean por esa igualdad y por la no discriminación que tan lejos estamos de conseguir. Hace falta más gente como este joven, que mueva conciencias y provoque reflexiones, pues la mejor forma de enfrentar el racismo es una comunidad que se mantiene firme y unida”.