Los presupuestos de la Generalitat para Alicante en 2024 y nuestro (exiguo) nivel de exigencia
Tras décadas de olvidos por los sucesivos ejecutivos, ahora tampoco nos vamos a hundir, además, el verdadero caballo de batalla es que se ejecuten las muchas o pocas obras que se presupuestan
La Columna de Carlos Arcaya: «Los presupuestos de la Generalitat para Alicante en 2024 y nuestro (exiguo) nivel de exigencia»
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Alicante
¿Acaso ha bajado el nivel de exigencia con el Consell por las inversiones previstas en los presupuestos de la Generalitat en Alicante para 2024?
Es cierto que el PP tiñó de azul el mapa de la provincia de Alicante en las pasadas elecciones municipales y, por supuesto, desde el ámbito político no le van a exigir a Mazón explicaciones por la reducción en 124 millones de euros.
¿Y el resto de la sociedad civil? ¿Nos vale como explicación que el president se pusiera la venda antes de la herida y justificará los recortes? ¿Se hubiera sido tan permisivo si el Botànic siguiera en el Gobierno?
Por el contrario, nos dicen, no pasa nada, el problema, de nuevo, en 2024, es otro. Es que con la previsible prorroga de los Presupuestos Generales del Estado, vamos a volver a ser los últimos en inversiones. ¿Dirían lo mismo, si en los próximos días fuera Feijóo quien se fuera a convertir en presidente del Gobierno?
En cualquier caso, tras décadas de olvidos por los sucesivos ejecutivos, ahora tampoco nos vamos a hundir. Además, el verdadero caballo de batalla es que se ejecuten las muchas o pocas obras que se presupuestan.
Mal vamos si la venda nos empieza a tapar el mismo lado del mundo.
