Sin poder levantarse de la cama tres años después de contagiarse de covid

València

Amparo Martínez tiene 52 años, es psicóloga, ejerce en un hospital público valenciano y se dedica a acompañar a pacientes con enfermedades terminales en los últimos momentos de vida. A pesar de lo duro que es, le encanta su trabajo aunque ahora no pueda ejercer. Tampoco puede ir a la montaña; corría entre 10 y 15 kilómetros cada fin de semana. Tampoco puede viajar; tenía previsto un viaje a las montañas de Eslovenia el verano de 2022, pero en junio de ese año todo cambió cuando le diagnosticaron covid, y ahí empieza lo que ella misma define como una pesadilla. Amparo apenas puede andar, ha tenido que volver a casa de su madre porque necesita atención durante todo el día, necesita ayuda y hay días que no puede ni llegar al baño para ducharse.

Encarni Soberbio tiene 53 años y trabajaba en un supermercado hasta febrero de 2020, cuando empezó a encontrarse muy mal. Fue antes de que hubiésemos incorporado la palabra coronavirus a nuestro lenguaje diario. Pero tras unos meses acabó siendo diagnosticada del virus, de neumonía bilateral y finalmente le descubrieron que el virus le había despertado una enfermedad autoinmune. Su vida cotidiana consiste en levantarse, vestirse con ropa cómoda y con la ayuda de su marido, trasladarse al sofá y volver a la cama cuando anochece. Incluso comer le produce un agotamiento extremo. Solo sale de casa para ir al médico o a las gestiones que le obligan por haber llevado su despido a los tribunales.

María García es periodista, tiene 42 años, y a pesar de que incluso se aisló en la montaña acabó contagiada de covid a la vez que recibía la segunda dosis de la vacuna. Su reacción a la infección fue, según dice, "brutal". Eso fue en en 2021, y todavía no ha conseguido recuperarse aunque cuenta que su "suerte" es que combina episodios de crisis con períodos de alrededor de dos semanas sin síntomas. Dolores agudos de cabeza, dolor torácico, contracciones musculares en la zona de vientre, la espalda o las piernas que le impiden caminar; pérdida de voz y dolor de garganta; reacciones cutáneas, dificultades de concentración, niebla mental que le impiden incluso seguir una conversación. Multitud de síntomas que han obligado a esta periodista autónoma a reducir su carga de trabajo y, por consiguiente, disminuir notablemente sus ingresos.

Las tres han estado en 'A Vivir CV' para contarnos su caso, las consecuencias que todavía sufren de aquel contagio de covid y los incipientes estudios que todavía existen sobre el covid persistente. Por eso hemos conversado también con Pilar Rodríguez Ledo, la presidenta de la Red Española de Investigación en Covid Persistente (Reicop) y de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), una organización que ha impulsado una aplicación para orientar a los médicos a la hora de elaborar el diagnóstico porque aún queda mucho desconocimiento e "incluso desconfianza", tal y como ha explicado.

Más investigación

Además, esta organización también está en proceso de elaboración de un registro y censo de enfermos ya diagnosticados de covid persistente. "Hace falta más investigación", ha subrayado.

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No todos los hospitales tiene Unidad de Covid Persistente. Sí tiene este departamento el Hospital General de València, y entre sus profesionales también la doctora Patricia Platero, que también ha estado en 'A Vivir CV'. Cuenta que la mayoría de las veces el diagnóstico llega tras descartarse otras patologías. Sobre los tratamientos, explica, no hay nada específico, sino que se prescriben tratamientos de otras patologías.

Para pedir más investigación y que se reconozca además laboralmente su situación, se ha organizado un colectivo de apoyo de enfermos de covid persistente que ha puesto una recogida de firmas que ya lleva más de 13.000 adhesiones (https://chng.it/QVMTX8Jm).

Puedes escuchar la historia de estas tres mujeres y la entrevista íntegra pinchando en la foto superior.