Yasuní, el paraíso amazónico de Ecuador que le ganó la batalla al petróleo
Los pueblos indígenas ecuatorianos reclaman en Alicante apoyo para consolidar la transición ambiental
Alicante
La historia reciente de los países de Centroamérica esta marcada por vulneraciones de los derechos ambientales y de los pueblos indígenas por parte de multinacionales extractivas amparadas por unos gobiernos que han sucumbido a su poder. Sin embargo, la historia de Yasuní es la de David contra Goliat. Por una vez, no ha vencido el poderoso. Lo que ocurre es que como dicta la experiencia, la volatilidad política puede provocar que la victoria no llegue a consolidarse y a esta situación de progreso y protección alcanzada se le de una vuelta de 180 grados.
Bajo estos parámetros, la ONG Entrepobles, entre otros colectivos, ha traído a nuestro país a Zenaida Yasacama, vicepresidenta de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador y a Jorge Andrés Espinosa, portavoz de la campaña #SíAlYasuní, quienes están realizando una gira por distintas ciudades de España que ahora ha recalado en Alicante.
Ambos van a pedir apoyo para consolidar lo conseguido y que la transición ambiental a la que se ha comprometido el gobierno de Ecuador se complete antes de un año.
Como ambos nos han contado en Hoy por Hoy Alicante, tras décadas de lucha, hace unos meses consiguieron que se llevara cabo una consulta popular en la que los ciudadanos de esta zona de Ecuador, ubicada en el Amazonas y con una de la mayores diversidades naturales del planeta, decidieron que se paralizaran las explotaciones petrolíferas y se iniciara el camino para recuperar las zonas degradas por estas laborales extractivas.
El sí fue todo un éxito y ahora se deben implementar todas las medidas para recuperar estos espacios. Hace una semana, se celebraron unas elecciones presidenciales que ganó el candidato Daniel Noboa, quien, según estos activistas, se ha comprometido a respectar los acuerdos alcanzados.
Tanto Yasacama como Espinosa insisten en la vinculación sentimental de los pueblos indígenas con esta zona que en 1989 fue declarada Reserva de la Biosfera y recuerdan la necesidad de proteger este patrimonio natural de la Humanidad. Algo más necesario que nunca en estos tiempos de cambio climático y más si nos referimos a uno de los pulmones de la Tierra.