Barcala y el “frente común” de l'Alacantí

Alicante

Podemos partir de que es positivo que el alcalde de Alicante quiera actuar en clave multilateral y abandone su tradicional despreocupación por el entorno. Es un avance a la hora de promover políticas supramunicipales en beneficio de los muchos cientos de miles de ciudadanos que viven sin tener en cuenta las limitaciones locales.

La cuestión es que se puede pensar que llega tarde tras cinco años en el cargo -de los cuales, los últimos cuatro también ha presidido la mancomunidad- y que ahora lo hace porque en la mayoría de municipios de esta zona gobierna el PP. De hecho, en L'Alacantí, el PSOE ya solo conserva Xixona y Aigües.

Alicante puede y debe ejercer ese papel de liderazgo, también el de creerse la capital provincial, pero no -como dice- para formar un "frente común". Mal si con ello ya está pensando en enfrentarse a una reedición del actual Gobierno central.

Quizás a los ciudadanos más cercanos al PP les pueda valer que se sitúe tras esa pancarta -o tras la barricada, para seguir con la terminología más belicista-, pero, en general, la mayoría lo que querrá -supongo- es que sea proactivo y audaz en la planificación.

En tiempos de crisis, las recetas neoliberales, el sálvese quien pueda, no funcionan