"Sin el periodismo nadie va a contrastar los bulos"

València

Hoy quiero que hablemos de la verdad. Estos días vemos lo difícil que es discernir entre mentira y verdad en el conflicto entre Hamas e Israel, porque de alguna manera las partes en conflicto están también luchando por condicionar la opinión pública, cada uno contando su versión y distribuyendo sus imágenes.

Toda guerra militar conlleva también una guerra de propaganda, pero la cuestión es ¿cuándo sabemos que algo es verdad? No es nada sencillo. Basta ver todo lo que se lanza por las redes sociales para comprender la dificultad de los ciudadanos de creer en lo que se les cuenta. Pero esta dinámica la vemos cada día en muchas noticias de ámbito local o autonómico.

No se trata de si hay mucha o poca información falsa, porque siempre ha habido. La cuestión es que el único instrumento del que dispone la sociedad para saber si algo es cierto o falso es el periodismo, por muy mal que se pueda encontrar nuestra profesión. Sin el periodismo, y esto es lo importante, nadie va a contrastar si lo que dice un político o un partido es un bulo o una burda manipulación para engañar a la gente.

Es fundamental que la gente crea en los medios de comunicación y que se informe a partir de lo que estos cuentan, que no crea todo lo que recibe cada día por las redes sociales y que sepa que, como principio, el poder, sea político o económico, tiene una curiosa tendencia a contar las cosas según su propio interés.