Hugo Morán valora el acuerdo del Júcar-Vinalopó para construir "la paz del agua"

Alicante

En Hoy por Hoy Alicante, el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, ha destacado también la importancia de la fecha de hoy para el proceso de construcción de lo que ha llamado "la paz del agua".

Asegura que en un escenario de cambio climático como el que estamos viviendo, las aguas subterráneas son "la póliza de seguro que puede dar garantía a los ciudadanos en momentos de alto estrés hídrico", para garantizar recursos alternativos cuando haya sequías prolongadas, y que este ha sido el principal objetivo de esta canalización y este acuerdo.

Solo en nuestra provincia, y con el horizonte de 2027, hay inversiones que se aproximan a los 350 millones de euros, y que implican, además de la reparación de la balsa de San Diego y la instalación de placas solares, más disponibilidad de agua desalada, abaratamiento de los costes, y de un plan reutilización del agua por 100 millones de euros, a lo que hay que añadir la aportación extraordinaria del plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, que se suma a los recursos ordinarios de los presupuestos del Estado.

Señala Morán que la inversión fue de más de 300 millones de euros y que el precio fijado de 0,24 euros es el horizonte máximo, la previsión es que en cuatro años el trasvase pueda contar con su propio sistema de generación energía fotovoltaica, y ser lo bastante competitivo en el precio del agua resultante.

Preguntado sobre las constantes alusiones del president Mazón a los "hachazos" por parte del actual gobierno, al trasvase Tajo-Segura, cree Morán que es cuestión de no que maneja o dispone de las cifras reales, ya que asegura que en estos 5 años, del año hidrológico que abarca de 2017 a 2023 se ha puesto mucha más agua a disposición que en el quinquenio anterior, de 2012 a 2017. "Cuestionar esto no contribuye al diálogo y al acuerdo. Hay que disponer de datos para instalar la paz del agua", señala.

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Habla Morán de 1.269 hm cúbicos trasvasados hasta 2017 y de 1.377 en los 5 años siguientes. Y asegura que "si todos ponemos de nuestra parte se puede conseguir acabar con las guerras del agua".

Del mismo modo, en referencia al Plan de Cuenca del Tajo y a los caudales ecológicos recurridos ante el Tribunal Supremo, defiende la labor "hidrológica", y no política, que llevan a cabo los técnicos, elegidos por su carrera profesional y augura que la actual reducción del 18% a la cabecera del Tajo va a persistir en el futuro, y lo que hay que hacer es "acomodarse a la disposición real del agua".