Condenado un clan familiar de Elda a un total de 16 años y medio de prisión por tráfico de drogas
Los acusados fueron detenidos tras el desarrollo de una operación de vigilancia policial en 2018
Elda
La Audiencia de Alicante ha condenado a una suma total de 16 años y medio de prisión a cinco personas de una misma familia que formaban una organización dedicada al tráfico de drogas desde una vivienda situada en Elda, conocida como la “Casa de la Chata”, en alusión al apodo de una de las procesadas.
El tribunal de la Sección Tercera impone a los tres primeros acusados -dos mujeres, hermanas, y un hombre, pareja de una de ellas- tres años y medio de cárcel para cada uno, tras aplicarles la agravante de reincidencia, puesto que ya habían sido condenados con anterioridad por el mismo delito.
Por su parte, condena a los dos restantes procesados a tres años de privación de libertad por el mismo delito. Sin embargo, absuelve a un sexto procesado, al considerar que no había quedado acreditada su participación en los hechos.
Los acusados fueron detenidos tras el desarrollo de una operación de vigilancia policial en 2018.
Ese operativo permitió confirmar que numerosos compradores se acercaron a la “Casa de la Chata” para adquirir sustancias estupefacientes, especialmente cocaína. A partir de ahí, se practicó la intervención telefónica de una de las sospechosas, lo que reveló la actividad ilícita.
Además, según la resolución judicial, se confirmó que los acusados se abastecían de la droga en una segunda casa ubicada en Sax, con la que intercedían a través de un toxicómano, ya fallecido.
A partir de esos seguimientos, la Policía solicitó autorización judicial para el registro de los dos domicilios. El fallo detalla que, para acceder a la vivienda de Elda, los agentes requirieron de la asistencia de los bomberos.
Una vez en el interior de la casa, las fuerzas de seguridad pudieron hallar restos de cocaína en el inodoro, así como la cantidad de más de 6.000 euros en metálico. En la otra vivienda, la de Sax, también se encontraron restos de la misma droga, una balanza de precisión y más de 12.000 euros.
Según la sentencia, la autoría del delito queda constatada ante la abundancia de pruebas, a la que se añade el hecho de que ninguno de los acusados desempeñaba actividad laboral que justificase la posesión de las cantidades de dinero requisadas en los domicilios.