Solo dos rocas del Corpus de València podrán participar de la fiesta este fin de semana
Un informe técnico de la Politécnica asegura que sería una responsabilidad que saliesen de la casa museo los siete carruajes más antiguos
Roca de la Mare de Déu y del Santo Cáliz, que procesionan en el Corpus Christi de València / Amics del Corpus
València
Malas noticias para la festividad del Corpus, que se vive intensamente en València el próximo fin de semana. Tras un exhaustivo estudio llevado a cabo por la Universitat Politècnica, el Ayuntamiento ha determinado que solo salgan de la casa museo dos de las once rocas, los carruajes históricos singulares característicos de esta fiesta.
Y es que el estudio es muy contundente: siete de las once rocas, las más antiguas, presentan importantes daños en sus bases y sería una "irresponsabilidad" moverlas de donde están.
Era la primera vez que se realizaba un estudio tan completo de las Rocas, que fueron restauradas hace unos años, pero en la zona superior, la más artística, pero nunca en la base, la parte más perjudicada.
El estudio se encargó a la vez que se restauraba la casa museo de las rocas y con ayuda de cámaras interiores y sensores de movimiento se han detectado daños importantes que impiden que los carruajes salgan del museo para la festividad del Corpus. En ese estudio se han llegado a encontrar en el fondo de algunas rocas restos de la riada de 1957, cuando el agua desbordada del Turia entró en el museo.
La decisión ya la conoce el colectivo Amics del Corpus. De este modo solo se moverán dos rocas: la del Santo Caliz y la de la Virgen. El viernes y sábado se expondrán en la plaza del a Virgen, como viene siendo habitual. El resto permanecerá en la casa museo, ya que moverlas supone un riesgo no solo para los propios carruajes, sino también para el público asistente, ya que son elementos que pesan algunos 2.500 kilos y puede herir mortalmente a alguien, como pasó ya en el siglo XIX.
En el caso de dos rocas, con una pequeña intervención podrán volver a salir. En el caso de las siete más antiguas, deberán esperar a que el nuevo gobierno municipal adopte una decisión respecto al proyecto de restauración integral. Recordemos que algunas rocas tienes más de 400 años de vida.
La casa de las Rocas ya está restaurada
El Museo del Corpus-Casa de las Rocas abrió al público en su horario habitual el pasado viernes 2 de junio, una vez los desperfectos estructurales que presentaba se solucionaron gracias a los trabajos de rehabilitación integral realizados durante 2022. El inicio de la actuación obligó también a cerrar al público la parte del Museo del Corpus.
La rehabilitación integral del Museo del Corpus-Casa de las Rocas, inmueble del siglo XV, se inició para garantizar su conservación y todos los elementos del Corpus, según ha indicado el Ayuntamiento de València en un comunicado.
La actuación ha remodelado las cubiertas de madera del edificio, ha recuperado los colores originales de la puerta y fachada principal y ha sacado "sorprendentemente" a la luz restos de arcos antiguos y evidencias de pinturas murales. Además, se ha limpiado en profundidad el recinto y su puerta principal y se ha instalado un nuevo sistema de iluminación.
Por otro lado, también se ha reorganizado el espacio expositivo de la planta baja del Museo, donde se expondrán las piezas del bestiari y gegants, así como otros elementos alegóricos (San Cristóbal, Cirialots, banderines y otros elementos festivos) y las rocas de la Trinidad y Santo Cáliz, mientras el resto de las rocas se podrán visitar en la Casa de las Rocas.
El horario de visita es el habitual del Museo del Corpus-Casa de las Rocas, es decir, de martes a sábado de 10.00 a 14.00 horas y de 15.00 a 19.00 horas, y los domingos de 10.00 a 14.00 horas. Los lunes permanecerá cerrado.
El Museo del Corpus-Casa de las Rocas es un inmueble de propiedad municipal conformado por dos áreas conectadas: la Casa de las Rocas (siglo XV) y el edificio del Museo del Corpus (siglo XVIII).
La construcción de la Casa de las Rocas fue ordenada por Pere el Cerimoniós entre los años 1435 y 1448 y siempre ha tenido por finalidad la guarda y protección de las rocas que históricamente han salido en la procesión del Corpus, y se ha constituido como "uno de los edificios civiles más singulares de la ciudad".
