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OPINIÓN LEVANTE UD

El ascenso del Levante UD es una cosa de todos

El conjunto granota cierra la jornada en Orriols ante el Mirandés (21:00) y con la posibilidad de situarse en la zona de ascenso que lleva persiguiendo desde que arrancó la Liga Smartbank

Valencia

Si el Levante le gana esta noche al Mirandés recuperará la segunda plaza de ascenso directo, se situará a un punto del Éibar, con el que tiene el golaveraje particular empatado, ya se lo ganó al Granada y habrá que resolverlo la próxima semana en el Gran Canaria contra Las Palmas (1-1) y dentro de 13 dias en Orriols frente al Alavés y con una renta (0-2) que obtuvo en Mendizorroza.

La Liga Smartbank se le ha puesto de cara al equipo de Javi Calleja tras las derrotas del Éibar en Albacete, de Las Palmas en Granada y el empate del Alavés en Gijón, que convertirán las últimas seis jornadas en un carrusel de emociones y en una montaña rusa de sensaciones.

No será trascendente quién haya practicado el mejor fútbol, ni el que más veces haya llegado al área rival, ni el apellido de los que encabecen la tabla de máximos goleadores de la competición, lo único realmente importante pasa por ganar los tres próximos partidos y en el peor de los casos, no perderlos para seguir con opciones hasta el final del campeonato.

Llegados a este punto de equilibrio clasificatorio, a este empate técnico en casi todo, el equipo más fiable, el más regular, el más cerebral, aquel que cometa menos errores y que cuente con una afición que le apoye en los momentos de mayor dificultad y lo lleve en volandas en los instantes de mayor excitación estará mucho más cerca de Primera división.

Por ese motivo, el ascenso del Levante es una cosa de todos y cuando digo de todos arrancó por la propia ambición desde el interior del vestuario y de muchos jugadores que tienen que dar un paso al frente y ofrecernos su mejor versión como Campaña o Soldado.

El club también tiene mucho que decir en los tres próximos partidos que se disputarán en Orriols ante el Alavés, el Ibiza y el Oviedo con una ambientación que active y espolee a una afición demasiado adormecida para lo mucho que se juega la entidad granota.

Los partidos hay que empezar a vivirlos cada día de la semana, cada mañana, contagiar hasta el último levantinista de la trascendencia que supone volver a la élite del fútbol español y ser proactivos mientras estás en el estadio. Para el entretenimiento en silencio ya se inventó el cine.

El horario nocturno de este lunes festivo en Valencia ante el Mirandés no es el marco perfecto, pero ya no se trata de una cuestión numérica, es que no he detectado en toda la temporada la pasión, ni la efervescencia necesaria que requiere una situación deportiva, económica y social para la magnitud de una ciudad como Valencia y observando cómo se están viviendo los partidos en otras latitudes como Granada, donde se ha generado un clima para sumar muchos puntos en el tiempo de prolongación, los finales de infarto en Gijón o el dramatismo que se respira en La Rosaleda de Málaga donde todavía sueñan con la salvación.

El levantinismo está presente en las gradas, respondió de forma masiva a la llamada del club para la renovación de abonos después de la amargura de un descenso inaceptable, pero ya toca despertar de verdad y no seguir lamentándose por lo ocurrido hace un año, por la elección de Nafti, por las interminables lesiones o por la falta de gol de los atacantes que se han fichado.

Creo que es el momento para aparcar y dejar a un lado los múltiples errores que se hayan podido cometer en el pasado y centrarse en resolver los del presente desde el césped y con el apoyo de la grada, porque en caso contrario lo que no habrá será futuro.

Este Levante se ha gastado los 20 millones de euros de la ayuda al descenso en construir una superplantilla y ha apostado por mantener la estructura de un club de Primera con los ingresos ordinarios. Si el equipo no logra el objetivo tendrá que prescindir de jugadores franquicia, adelgazará la nómina de empleados y confeccionará un equipo para la campaña 2023-24 sin más aspiraciones que mantener la categoría de plata. No es un farol, es la realidad.

De lo que ocurra en los tres próximos partidos dependerá la foto final de la temporada y que podría enmarcarse con otra histórica invasión de césped y con Pepelu subiendo la bandera a la Fuente de las Cuatro Estaciones o con un club transformado en la casa de los horrores a partir del 30 de junio. Todos nos jugamos mucho.

José Manuel Alemán

Redactor de Deportes en Radio Valencia

 
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