Sociedad pornografiada: "El porno ha desconectado a los chicos de la empatía, ven a las chicas como simples instrumentos para eyacular"

València

La activista feminista, escritora y superviviente de la prostitución, Amelia Tiganus, ha pasado este domingo por los micrófonos de 'A Vivir CV' para hablar de las conexiones que existen entre violencia sexual, pornografía y prostitución. Tiganus ha estado en Valencia, concretamente en Alaquàs, para hablar de este tema en la misma semana en la que dos hombres fueron detenidos por violar a una menor de 14 años; en la que se ha detenido a tres hombres por las agresiones sexuales denunciadas durante las fiestas de la Magdalena de Castelló y unos días después de que otra menor de 16 años fuera violada en el aparcamiento de un supermercado en València.

Detrás de todo esto, según la activista, la "pornografización" de la sociedad. "La pornografía que se incita a consumir desde edades cada vez más tempranas desconecta a los hombres de su capacidad innata de sentir empatía o compasión y ven a las niñas o las chicas más jóvenes como simples instrumentos a través de los cuales eyacular", ha aseverado.

"Sufrí cinco violaciones simultáneas, no una violación múltiple"

Tiganus ha contado su historia personal, la historia de deshumanización que la llevó a la industria de la prostitución que, según explica, "fabrica" prostitutas. Todo empezó a los 13 años cuando sufrió una violación simultánea por parte de cinco hombres. "No hablamos de una violación múltiple, sino de cinco violaciones simultáneas, es muy importante nombrar bien lo que pasa".

A raíz de esa violación Tiganus cuenta que fue arrojada a los márgenes hasta que fue vendida a un proxeneta español por 300 euros.

"Los puteros son, sin duda alguna, violadores. Y España es el país con más puteros del mundo. Cuatro de cada diez hombres pagan por penetrar por boca, vagina y ano a una mujer que no les desea sexualmente, sino que necesita el dinero para sobrevivir, para pagar a los proxenetas que las amenazan y por miedo a que dañen a sus familias o hijos".

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Según Amelia Tiganus, vivimos en una sociedad "pornificada" en la que cualquier videoclip "es más porno que una película porno de los 80". Además, cada vez hay un acceso más temprano a la industria del porno y se produce una deshumanización y despersonalización de las mujeres que lleva a la "putificación de todas las mujeres". "Estamos naturalizando unas conductas de violencia sexual y misoginia. Se está rompiendo un tabú muy importante por el que hemos pasado de una época en la que todo era pecado a una en la que está todo permitido".

La revuelta de las putas

Tiganus cuenta su historia en las charlas que da por toda España y que también recoge en su libro La revuelta de las putas, un libro en el que cuenta cómo fue vendida a un proxeneta y pasó por cientos de prostíbulos de toda España hasta que consiguió escapar.

Lamenta la doble moral de la sociedad que no reacciona igual ante una violación a una chica en su portal que a la violación sistemática de chicas rumanas o colombianas en los prostíbulos. Alerta además de que está cambiando la dinámica: "Hoy los proxenetas ya no hace falta que vayan a ningún país lejano, aquí gracias a las redes sociales se hace creer a las chicas que el éxito es conseguir un "sugar dady" que no es más que un viejo verde que abusa de la inexperiencia de las chicas".