Toni Gaspar, presidente de la Diputación de Valencia: "Tuve asignados hasta cuatro asesores sin saberlo"
Valencia
El presidente de la Diputación de Valencia, Toni Gaspar, ha explicado este viernes en su declaración como testigo que supo, con el paso del tiempo, que llegó a tener asignados hasta cuatro asesores entre 2011 y 2014 sin saberlo. "Lo sé por los acontecimientos posteriores. Tuve asesores asignados incluso cuando dejé de ser portavoz socialista y miembro del consejo de administración de Imelsa. Yo sé que nunca nombré a ninguno", ha señalado Gaspar en referencia a su etapa como portavoz de PSPV, entonces en la oposición.
Gaspar ha sido llamado a declarar en calidad de testigo por el fiscal en la décima sesión del juicio de una de las piezas del caso Imelsa, la relacionada con la contratación de trabajadores que no acudían a sus puestos de trabajo en las empresas públicas Imelsa y Ciegsa.
A preguntas del fiscal, ha indicado que "a principio de legislatura, en unas reuniones de los portavoces de cada grupo, se hablaba del personal de confianza de que podíamos disponer, pero en general, los que correspondía a cada grupo", sin distinguir, ha subrayado, si la contratación de ese personal eventual la hacía la Diputación o Imelsa.
"Nadie me vino a ofrecer un asesor en Imelsa. Yo, desde luego, no nombré, busqué ni firmé a nadie", ha insistido Gaspar, quien ha expresado su convicción de que "el agujero" en esta empresa pública se debió a la constante confusión sobre la sujeción a derecho público de esta mercantil.
También han declarado en calidad de testigo los dos directivos de Imelsa que denunciaron el caso Alquería -supuesta contratación irregular de directivos en Divalterra-, que propició la salida de la Diputación del socialista Jorge Rodríguez en un proceso que ya se juzgó y cuya sentencia todavía no se conoce. Se trata de José Luis Castellote y José Luis Pellicer, directivos de las áreas financieras y jurídicas de la empresa pública.
El primero ha explicado al tribunal que no intervenía en el control de las nóminas, pero sí en el control de facturas y gastos, y ha recordado que fue él quien averiguó que el gerente de Imelsa que sucedió a Benavent, Víctor Sahuquillo, se gastó dinero de la empresa en bebidas alcohólicas. Castellote ha asegurado desconocer que la responsable de Recursos Humanos, María Escrihuela -procesada en esta causa-, se encargaba de gestionar personalmente su nómina, la de Pellicer, y la de otros directivos, entre ellos Marcos Benavent.
Este responsable del área financiera ha relatado que "no es normal cobrar todos los meses retribución variable", como sucedía entre algunos directivos de Imelsa, sino que "suele ser por consecución de unos objetivos que se valora trimestral, semestral o anualmente".
Ha explicado, además, que desde la Diputación de Valencia se asignaba más presupuesto del necesario a Imelsa, el doble en ocasiones, que iba a parar a partidas como "servicios centrales" desde las que se abonaban los salarios de los asesores. "Es algo peligroso, porque quien tuviese capacidad de gasto se lo podía gastar en vete a saber qué", ha explicado Castellote.
Pellicer, por el contrario, ha admitido saber que Escrihuela manipulaba personalmente su nómina e incluso que le aumentó su retribución variable porque "la valoración que había hecho su jefe directo en el área jurídica la consideraba insuficiente", según ha afirmado que le dijo la propia responsable de Recursos Humanos.
"Yo me enteré por la prensa de que había personas que cobraban sin ir a trabajar, que no tenían funciones ni fichaban. Lo hablé con Escrihuela, ella lo sabía. Me dijo que se lo ordenaba el gerente, Marcos Benavent", ha apuntado Pellicer, contradiciendo abiertamente la declaración de Escrihuela en los primeros días del juicio, que negó "rotundamente" conocer la existencia de trabajadores "zombis".