Los agricultores de Albocàsser se quedan "sin una aceituna"

Albocàsser

Las primeras estimaciones de LA UNIÓ de Llauradors de agosto, tras consultar por diversas zonas productoras, preveían que la cosecha de aceitunas en las comarcas de Castellón iba a experimentar una bajada del volumen de producción del 85%.

No obstante, en algunas zonas, como Albocàsser, la producción se ha desplomado por encima del 90%, según la cooperativa y los agricultores locales.

La campaña de la aceituna empieza a finales de octubre o principios de noviembre y, en algunos casos, se alarga hasta febrero. Este año muchos agricultores de la zona, a día de hoy, ya la han terminado, puesto que apenas hay producto. La prueba de ello está en el molino de aceite de la Cooperativa Agrícola Sant Pau, que este año, por primera vez en décadas, ha decidido no abrir sus puertas.

Ximo Adell es el presidente de la cooperativa y en el programa A Vivir Castellón explica que normalmente el molino se abría todos los días de octubre a febrero y que este año se prevé abrir solamente dos días para cubrir toda la campaña. "En un año normal el molino produce un millón de kilos de aceitunas, este año no vamos a llegar ni a los 25.000", asegura Adell.

Además, Adell también es productor de aceituna y almendra y asegura que este año no va a producir "ni para consumo propio de aceite" y que, contando con un cultivo de 600 árboles, va a tener que comprar aceite en la cooperativa del pueblo: "Hace dos años hice 19.000 kilos de olivas y este año he hecho 60 kilos y ya las he terminado", afirma.

Rebeca Sales, agricultora de Albocàsser, se encuentra en la misma situación. Sales denuncia que están trabajando a pérdidas, puesto que aunque no haya producción, deben trabajar igualmente los árboles porque, de no hacerlo, al año siguiente se quedaría yermo. Sales también asegura que este año no van a tener aceituna ni para consumo propio.

La combinación de adversidades meteorológicas durante el primer semestre de este año es la causa fundamental de ese gran descenso de la producción previsto para este año en la Comunitat Valenciana, según LA UNIÓ. Las lluvias y humedades de la primavera, sobre todo en abril, o el pedrisco y las elevadas temperaturas de mayo han provocado masivas defoliaciones por hongos en los árboles y a su vez las heladas, frío y lluvias persistentes que hubo provocaron la falta de floración o cuajado con la consiguiente merma de la cosecha.