La difícil tarea de elegir a un nuevo director de la Banda Municipal de València

València

La casualidad ha querido que la marcha de Rafael Sanz-Espert haya coincidido con otra marcha, esta para siempre, la de Bernardo Adam Ferrero. A esa excelencia musical, a la de Adam Ferrero, debe aspirar la Banda Municipal de València. Será difícil encontrar una persona con la trayectoria del gran maestro pero sí al menos se debe escoger a alguien de primer nivel, aunque suponga un esfuerzo económico. Ya se ha hecho con el director de la Orquesta, Alexander Liebreich y el resultado ha sido más que satisfactorio. De lo que se trata ahora es de traer al mejor director posible para la banda de la capital de la tierra de las bandas de música. Una elección que ha de ser profesional, medida, independiente, y alejada de cualquier condicionante externo, pero también interno. Lo digo por las enormes tensiones vividas en estos cuatro años que han marcado la relación de Sanz-Espert con los miembros de la Banda Municipal de València.