El cole dentro del hospital

València

Diana tiene 7 años, Ángel, 10. Los dos comparten aula y juegan a cartas con tres maestros rodeados de dibujos, juguetes y material escolar de todo tipo. Para llegar al aula no han hecho carreras para entrar, no cargan mochilas pesadísimas, no hay extraescolares ni uniformes. Este cole está en el hospital La Fe de València y los niños asisten a clase mientras están ingresados.

A Vivir CV se ha colado en una de estas clases orientadas sobretodo a que los niños enfermos no pierdan el curso mientras reciben tratamiento. Pero además de la vertiente académica, las familias con las que hablamos nos cuentan que hay algo mucho más importante, y es que estas clases les sirven como terapia.

Lo explica la mamà de Ángel. Nos explica que se encontraba muy desanimado pero con las clases y la implicación del profesorado han notado un cambio destacado ensu actitud y su motivación. Nada tiene que ver estar 24 horas encerrado en la habitación de un hospital con poder volver por unas horas a la rutina de un aula, compañeros, juegos y maestros.

Un servicio esencial

Actualmente 8 profesionales forman el cuerpo docente de la Unidad Pedagógica de La Fe; maestros y profesores terapéuticos para el alumnado de infantil y profesores para secundaria. Algunos vienen de trabajar en centros ordinarios y han escogido ser maestros de niñas y niños ingresados este curso. Es el caso de Francesc que ha comenzado el curso en el cole de la Fe hace sólo unos días.

Atienden mensualmente a alrededor de 100 niños y niñas que acuden a recibir tratamiento al Hospital La Fe. Hay que hacer un auténtico encaje de bolillos para poder atender a los ingresados de larga estancia, a los que pueden salir de la habitación, a los crónicos y oncológicos que este año sí pueden acudir a una aula conjunta tras permanecer durante toda la pandemia encerrados y también a los que hay que atender en su habitación. Tienen que hace a diario un horario y una programación individualizada. De todo esto se encarga Carmen Narciso que es la coordinadora de la Unidad Pedagógica del Hospital la Fe.

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Precisamente coincidimos en el hospital con Belén en su primer día como profesora en La Fe. Atiende atentamente y con ojos muy abiertos las explicaciones de Carmen y el croquis que les esboza con grupos, horarios, servicios que ofrecen. Ha elegido ser profesora en un hospital porque el año pasado ya optó por atención domiciliaria a un niño con leucemia. Ahora, admite, esto es muy diferente.

Una educación innovadora

Desde el punto de vista de la organización en estas aulas convive alumando de distintas edades; hay que cambiar mucho de activdad, ser variados y establecer distintas dinámicas. Lucía acaba de llegar también a esta unidad pedagógica de La Fe pero venía ya de atender a los niños y niñas ingresados en otro hospital, en el Peset.

Esas propuestas tan innovadoras hacen que incluso los niños y niñas vayan aprendiendo casi sin darse cuenta. Todo esto exige un gran trabajo por parte de los docentes. Jasmin acaba también de llegar a La Fe, destaca la relación tan estrecha que se crea con alumnado, familias y compañeros

Evidentemente hay momento muy duros, nos lo admiten todos los profesores, no están preparados psicológicamente pero en la balanza, pesa más lo gratificante

Familias agradecidas como la mamà de Diana que nos cuenta cómo estos maestros han permitido que su hija haya pasado a 2º de primaria sin ninguna traba pese a ingresada por temporadas desde el pasado diciembre. Familias y alumnado destacan el vínculo que se establece en estas aulas, un afecto que se hace evidente al escuchar a estos niños; que se hace evidente en las palabras de Diana.