Los juristas y asesores municipales afirman que "el informe técnico" de Víctor López y su prestigio decantaron a la Mesa de Contratación por ISJOMA

Alicante

En esta tercera sesión del juicio ISJOMA, han declarado como testigos, técnicos y asesores jurídicos del Ayuntamiento de Alicante, en los años 2008 y 2009, que es cuando se adjudicó a ISJOMA los servicios de montaje de sillas y escenarios, en detrimento de Alavés, la empresa que destapó el caso, y que había presentado una oferta 900.000€ más barata.

Al igual que ayer los dos ediles enjuiciados, estos juristas han remachado la tesis de que fue el informe exhaustivo del jefe de Atención Urbana, Víctor López, fallecido el año pasado por COVID, el que decantó la adjudicación por ISJOMA.

El letrado jefe del Ayuntamiento de Alicante, Manuel Cordón, ha admitido que pese a los informes emitidos sobre el menor precio de Alavés, la mesa de contratación se guió por el "prestigio" del técnico que lo emitía.

En la misma línea, el entonces vicesecretario del Ayuntamiento, Germán Pastor, ha señalado que fue el informe técnico el que decantó a la mesa por ISJOMA, y que en aquella época de crisis "no era infrecuente" que las empresas "pujasen lo que fuera con tal de llevarse" la contrata, y que entiende que en la decisión primara, al margen del precio, que ISJOMA tuviera "un buen programa".

También han testificado el asesor jurídico del Ayuntamiento de Alicante, Mariano Ibáñez, y el interventor entonces y ahora, Francisco Guardiola. A Éste, al contrario que al vicesecretario del Ayuntamiento, le pareció "muy infrecuente" la adjudicación a una empresa con un precio tan superior respecto a la rival, y que su aprobación fue "un hecho notorio".

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Está previsto que mañana se produzca la declaración que se pospuso el martes del hijo de José Antonio Alavés, quien por delegación de su padre asume la gestión diaria de la compañía que denunció las supuestas irregularidades.