Carlos Sanjuán, impulsor de la campaña 'Soy mayor, no idiota', cree que el gobierno quiso cerrarle la boca y lamenta los escasos avances conseguidos tras más de medio año

Valencia

Más de seis meses después de lanzar la campaña "Soy mayor, no idiota" y pedir a los bancos que abran para las personas mayores y les faciliten las cosas, Carlos Sanjuán siente que intentaron taparle la boca y que ahora, dando la callada por respuesta, solo le dan largas. Pero ni la ministra Calviño ha cumplido con la ley prometida, ni la banca, a la que se dio potestad para autorregularse, está cumpliendo. Avanza que del informe del observatorio creado por la propia banca y que aún no es público, un 20% de entidades todavía no aplica los cambios acordados de horarios de atención. Tampoco se han modificado las aplicaciones. En definitiva, se ha avanzado algo, pero muy poco.

Preguntado por si tiene la sensación de si han dejado en manos del lobo la seguridad de la abuela del cuento de Caperucita, Sanjuán responde que sí. Que lamentablemente se ha cumplido lo que ya veían venir: si dejaban que fuera la banca la encargada de regular las medidas, estas no llegarían o llegarían tímidamente. Debería ser el Banco de España el que tuviera potestad sancionadora, incluso.

Porque, insiste Sanjuán, los bancos olvidan su papel de servicio público. Y dado que las pensiones, obligatoriamente, se cobran por banco, el gobierno debería habilitar un plan B. Pero cree Sanjuán que ni llega la ley prometida de Calviño ni se es más duro con la banca como compensación por el impuesto que el gobierno ha aprobado y que penaliza al sector financiero.

Lamenta Sanjuán, además, que sigan cerrando sucursales bancarias en zonas con gran presencia de mayores mientras esas mismas entidades presentan resultados con beneficios estratosféricos.