Alegría vital, esa que tanto hemos anhelado

Alicante

Con sus contradicciones, hoy concluyen unas fiestas que han resurgido como un ave fénix, imagen bastante adecuada. Esa criatura de fuego que resurge de sus cenizas y sirve para expresar que el ser humano tiene esa capacidad infinitiva que nos distingue como especie de levantarnos tras haber tropezado, una, dos, tres y muchas más veces. Esa capacidad representada por esta criatura legendaria es también lo que nos ha hecho progresar. Y por eso, es una buena alegoría con la que reflexionar.

En cualquier caso, estas fiestas, para todos los que hayan querido vivirlas -también hay respetar y solidarizarnos con los que las eviten y sobre todo con los que no quieren participar, pero están abocados a sufrir sus consecuencias- quedaran en el recuerdo por una emotividad que nos hará olvidar lo desigual o lo menor.

En fin, que con ese espíritu de progreso dejando atrás las pequeñeces y miserias, así afrontamos este día de Sant Joan, este día de Hogueras, que son las que nos han permitido volver con una sonrisa a revivir un maravilloso ambiente de alegría colectiva, de alegría compartida, de alegría social, de alegría comunitaria, de alegría ciudadana, de alegría festera... Yo qué sé..., de una alegría vital que tanto hemos anhelado.