“Contrata a las personas por sus capacidades y no por sus discapacidades”

Madrid

¿Qué sucede cuando un creativo experimentado trabaja con una persona que ha nacido con síndrome de Down? ¿Y si lo hace un estudiante universitario en prácticas con una persona con autismo?

La Casa de Carlota es un estudio de diseño que un día decidió incorporar a su equipo de creativos a personas con discapacidad intelectual. Así, han descubierto que sus diferentes maneras de pensar y su peculiar forma de trabajar, aporta al resto del equipo de creativos y diseñadores una innovación y una fuente de ideas extraordinaria que les permite ofrecer a sus clientes soluciones de diseño innovadoras, frescas y diferentes.

“Los equipos creativos son mejores cuanta más gente diversa tengan: gente mayor con gente muy joven, gente de culturas diferentes…; eso redunda en la campaña de creatividad que hagamos. Nunca se había probado con personas con discapacidad intelectual. Nosotros lo probamos y nos dimos cuenta que había que seleccionar mucho a las personas, encontrar talento. No ficharlos porque tengan síndrome de Down, sino que fichamos a personas que creemos que nos aportan cosas que los demás no sabemos. Pensar como un autista o como un síndrome de Down es imposible. Esa forma de pensar tan peculiar y diferenciada nos aporta unos valores muy interesantes”, comenta el CEO José María Batalla.

El estudio de diseño elabora campañas para clientes de diferentes sectores que ponen en valor el resultado del trabajo y no tanto quién lo ha ejecutado, tal y como asegura Batalla en Palabra de CEO: “No nos gusta que los clientes no encarguen trabajos porque piensan que así están ayudando a cambiar cosas, y eso no es verdad. Solo aceptamos trabajos profesionales en competencia con el resto de compañías. Que nadie nos dé trabajos por caridad porque no somos una ONG”.

La trayectoria de La Casa de Carlota y el trabajo diario con un equipo diverso ha supuesto un gran aprendizaje para todos los que forman parte del estudio. “Hemos aprendido a eliminar prejuicios de nuestra cabeza, a ser humildes, porque ellos son humildes, y a ser felices en el trabajo. Cuando entras en La Casa de Carlota lo importante es el trabajo, cumplir los timings y hacerlo muy bien, pero la felicidad se palpa y eso es bestial. La lección que hemos aprendido es: contrata a las personas por sus capacidades y no por sus discapacidades”, ha comentado Batalla.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

La empresa cuenta con el certificado BCorp por su contribución a generar un valioso y trascendente ejemplo de impacto social.