Debemos normalizar la presencia de fauna salvaje cerca de las zonas urbanas
El reciente caso de la mujer atacada por un jabalí en la playa de L’Alfàs del Pi, no es sino un ejemplo más del peligro que entraña la fauna salvaje para personas, agricultura y ganadería
Entrevista a Pascual López, profesor del departamento de Ecología de la Universitat de València
10:06
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València
Hace 10 días fue muy llamativo el caso de un jabalí que salió del agua y mordió a una mujer de 67 años en la playa Racó de l'Albir, en el término municipal de L’Alfàs del Pi (Alicante). Una escena que provocó el susto de muchos bañistas que se apartaban del animal cuando corría para huir de la gente.
También desde hace semanas, una manada de jabalíes campa a sus anchas por la zona de la Marjalería de Castelló, ya en la zona urbana, provocando la inseguridad de los vecinos, ya que pasean entre sus casas buscando comida sobre todo de madrugada o al anochecer. El grupo estaría formado por varios jabalíes adultos y algunos ejemplares jóvenes.
Desde hace años vienen siendo situaciones habituales en la Comunitat Valenciana al igual que en el resto de España. Y no solo son un peligro para las personas. Jabalíes, cabras montesas, corzos, conejos de monte y avifauna, provocan daños en la agricultura y también en la ganadería. En los últimos años se han adaptado a entornos urbanos con el peligro que eso entraña puesto que algunos, como el jabalí, pueden tener un comportamiento violento. Más aún si se trata de hembras con grupos de jabatos.
En Hoy por Hoy Locos por Valencia hablamos con Pascual López, profesor del departamento de Ecología de la Universitat de València, que destaca que nos hemos desacostumbrado a convivir con la fauna.
No cree que los daños que originan estos animales sean graves. No obstante, se puede controlar su expansión mediante la caza, por ejemplo, que es como siempre se ha controlado la fauna. Si la fauna salvaje se acerca a las zonas urbanas es porque se ha abandonado la agricultura en zonas de interior y viajan en busca de comida allá donde encuentran residuos.
El desequilibrio lo hemos ocasionado nosotros. Según Pascual López, debemos cambiar el chip y acostumbrarnos a convivir con estos animales.