La Entrada de Bandas de Elda, el momento más esperado desde hace dos años
Los eldenses, jóvenes y adultos, han mostrado sus ganas de Moros y Cristianos 2022 gritando por San Antón y cantando Idella más alto que nunca
Elda
Desde que comenzaron los actos oficiales que daban paso, poco a poco, a los Moros y Cristianos 2022, los eldenses podían sentir cómo en sus pechos se iba formando una pequeña bolita de emoción que ha estallado esta tarde, al poder coger cualquiera de los trajes oficiales de las comparsas y asistir presencialmente al evento que da comienzo las fiestas: la Entrada de Bandas.
La calle Colón nunca había estado tan abarrotada; los ciudadanos nunca habían estado tan emocionados y nerviosos, los colores de cada bando nunca habían brillado tanto, las banderas de cuartelillos, escuadras y comparsas nunca habían ondeado tan alto; o al menos eso ha parecido, tras dos años en los que no se ha podido ver una población tan volcada en disfrutar sus fiestas.
Paulatinamente, las bandas que han tenido el honor de acompañar a los representantes de las comparsas han ido entrando a la plaza de la Constitución, donde un castillo, el que es centro de las próximas embajadas, luce glorioso. Los eldenses, amontonados a ambos lados de la calle, aplaudían la llegada de cada capitanía como si fuera posible que no se volviera a celebrar: “hay que disfrutarlas, ya nos las han quitado antes, podría volver a pasar”, comentaban algunos jóvenes.
Pero, sobre todo, el momento más emotivo, cuando el alcalde de Elda, Rubén Alfaro, acompañado del director del pasodoble Idella de este año, Azael Tormo Muñoz, compositor de la marcha cristiana Carlos Coloma, suben al castillo y se ponen frente al público. “Después de dos largos años, los festeros, las festeras y los eldenses hemos despertado”, expresa Alfaro.
A continuación, Tormo levanta la batuta, los eldenses hacen silencio, baja la batuta y suena el primer acorde del pasodoble. Algunos ya cantan, otros están un poco más rezagados, pero se unen a la siguiente estrofa. Las ganas eran tales, que todos los presentes marcaban el ritmo con los pies y levantaban las manos. Aplausos, saltos, júbilo, todo un sentimiento.
