Las violaciones que no cesan

València

La violencia contra la mujer sigue ahí, cada día. Esta semana, otra noticia -una más- sobre una violación grupal en Burjassot. Lo espeluznante del caso es que -otra vez- los presuntos violadores son menores. Y las víctimas, dos niñas.Me parece gravísimo que ya ni siquiera estemos ante un hecho aislado. Hay suficientes noticias de este tipo como para denunciar que existe un patrón de conducta social, un patrón que lleva sistemáticamente a una parte de los jóvenes a normalizar la violencia contra la mujer. A no ver la violencia como lo que es, violencia.Hay que preguntarse por qué. Y hay que asumir que por eso es un problema la casi total ausencia de educación sexual en los colegios. Porque como no la hay, es el porno el que está sustituyendo a la educación sexual, el que está educando a los jóvenes. No digo que haya que prohibirlo. Pero sí entender que, a falta de otra cosa, el porno es el referente para buena parte de los adolescentes. Es decir, el porno se convierte para ellos en la realidad, en la terrible normalidad.