Los vecinos de '13, Rue del percebe' vivirán en una calle de Madrid con motivo del primer Día Oficial de Francisco Ibáñez
Un mural gigante luce con los famosos personajes en el barrio de Carabanchel

Inauguración del mural este viernes en el barrio de Carabanchel de Madrid por el primer Día Oficial de Francisco Ibáñez / Blanca Millez (EFE)

Madrid
Un mural de grandes dimensiones de 13, Rue del Percebe luce en el madrileño barrio de Carabanchel. Ha sido inaugurado este viernes, un día antes de la celebración del I Día Oficial de Francisco Ibáñez, autor de otras series y personajes míticos como Mortadelo y Filemón, La familia Trapisonda o El botones Sacarino.
El mural se encuentra concretamente en el número 46 de la calle General Ricardos y ha sido dibujado por el artista italiano NSN997. La hija del maestro del cómic, Nuria Ibáñez, estuvo presente en la inauguración. Este sábado, coincidiendo con la fecha del nacimiento de Ibáñez, los niños y niñas podrán pintarse la cara y colorear dibujos bajo el mural.
En Barcelona, la ciudad natal de Ibáñez, también celebrarán ese primer Día Oficial de Francisco Ibáñez con visitas escolares y un club de lectura en la biblioteca Gabriel García Márquez.

Nuria Ibáñez, hija del viñetista, en la inauguración de un mural en el barrio madrileño de Carabanchel / Blanca Millez

Nuria Ibáñez, hija del viñetista, en la inauguración de un mural en el barrio madrileño de Carabanchel / Blanca Millez
Francisco Ibáñez murió a los 87 años en 2023. Su editorial —Bruguera, de Penguin Random House— resaltaba entonces su "lucidez y sentido del humor" y le reconocía como la "figura más importante del cómic español". Publicó su primera historieta de Mortadelo y Filemón el 20 de enero de 1958 y desde entonces no paró. Incluso sus aventuras ilustraron grandes acontecimientos deportivos en todo el mundo.

El viñetista dejó una obra inacabada, Mortadelo y Filemón. París 2024, sobre las Olimpiadas en París, que se publicó de forma póstuma. Bruguera decidió editarlo sin modificar absolutamente nada, respetando la voluntad de Ibañez, que decía que no debía quedarse nada en el tintero: "Para los coleccionistas este número inacabado póstumo es como un making-of", explicaba en La Ventana la directora editorial, Isabel Sbert. Ibáñez.
Ibañez reconocía que no tenía "ni repajolera idea" de ordenadores y dibujó hasta el final "con lápiz, papel, pluma y, sobre todo, cabeza y cabeza, eso es lo principal", como apuntaba. Poco antes de fallecer, el dibujante catalán ganó la Medalla de Oro de la ciudad de Barcelona y fue condecorado con la Cruz de Sant Jordi.