Una investigación señala que la coexistencia entre ganadería extensiva y el lobo es necesaria
Desarrollada en Colmenar Viejo y la Sierra del Rincón de mano de la UAM y el CSIC, se recogen los desafíos y oportunidades de la convivencia con la fauna silvestre
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Ganadería extensiva en la sierra norte de Madrid
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Colmenar Viejo
Un estudio multidisciplinar de la Universidad Autónoma de Madrid, el Centro de Investigación en Biodiversidad y Cambio Global, el CSIC y la Fundación Entretantos, demuestra que la ganadería extensiva en la Sierra de Madrid puede ser compatible con la recuperación de grandes vertebrados. Se refieren de forma concreta a coexistencia de las explotaciones ganaderas con los lobos, ungulados silvestres y buitres,
La investigación se centró en las zonas de Colmenar Viejo y la Sierra del Rincón, realizando entrevistas en profundidad con ganaderos, agentes forestales, veterinarios, personal de administración agraria, organizaciones no gubernamentales y académicos. Se abordaron temas como las tendencias poblacionales de lobos, zorros, corzos, jabalíes y buitres leonados, así como sus impactos y posibles beneficios para la actividad ganadera.
El estudio, publicado en ‘People and Nature’ afirma que entre todos los actores hay un consenso generalizado sobre la recuperación de las poblaciones de grandes vertebrados, pero con percepciones divergentes. Mientras los conservacionistas la consideran positiva, los ganaderos suelen verla como una amenaza. La publicación recuerda los impactos negativos de los ataques de lobos y buitres, o la preocupación que tienen por la transmisión de enfermedades como la tuberculosis animal desde los ungulados silvestres al ganado.
El estudio reconoce las tensiones políticas, socioeconómicas y de conservación en el medio rural, y que pueden llegar a comprometer la viabilidad de la actividad ganadera en régimen extensivo. La clave es entender que la fauna silvestre no es el principal problema al que se enfrenta la ganadería extensiva en la sierra madrileña, pero puede ser la puntilla que remata una actividad en declive, pero a la vez fundamental para producir alimentos de calidad, mantener paisajes vivos y conservar la biodiversidad asociada a estos sistemas.
Aliados con los que la ganadería debe aprender a convivir
Para los autores del estudio, la coexistencia con grandes vertebrados no solo es posible, sino necesaria para lograr un equilibrio entre la producción sostenible y la restauración de ecosistemas. Recuerdan que estas especies desempeñan funciones ecológicas esenciales como el control de herbívoros, la eliminación de biomasa vegeta o la dispersión de semillas, y que deben entenderse, por tanto, como aliados del medio natural con los que la ganadería extensiva debe aprender a convivir.
Los investigadores proponen medidas para minimizar los conflictos de convivencia, como involucrar a los actores locales en el diseño de estrategias de prevención y gestión de estos, garantizar que estas medidas se implementen a través de acuerdos entre administraciones públicas, sector productivo y academia. También subrayan la importancia de reconocer y valorar el papel de la ganadería extensiva, no solo como una actividad económica, sino como una herramienta clave para el mantenimiento de paisajes sostenibles y la biodiversidad.