Cuidados para la piel durante y después de un tratamiento oncológico
Quimioterapia, radioterapia e incluso inmunoterapia suelen afectar a la salud cutánea
![Entrevistamos al dermatólogo Juanjo Andrés Lencina](https://cadenaser.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fsdmedia.playser.cadenaser.com%2Fplayser%2Fimage%2F20252%2F05%2F1738744367136_1738744460_asset_still.png?auth=0f9724087d1a8f2b7fa4f2a5477680dc2dee18f4ea8567755ef36302ae3d701b&quality=70&width=736&height=414&smart=true)
Entrevistamos al dermatólogo Juanjo Andrés Lencina
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Fuenlabrada
Si unimos en la misma frase la palabra piel y la palabra cáncer, lo primero, por lógica, que se nos viene a la cabeza son los melanomas, pero tenemos que tener en cuenta que cualquier tratamiento oncológico va a afectar a nuestra salud cutánea.
Juanjo Andrés Lencina, dermatólogo y director médico de laboratorios Ozoaqua, ha querido empezar nuestro espacio semanal en ‘Hoy por Hoy Madrid Sur’ recordando que “el cáncer de piel es uno de los más frecuentes y, afortunadamente, también uno de los más prevenibles si se detecta a tiempo”. No solo eso, subraya que “la piel es un reflejo de nuestra salud general y puede verse afectada en otros tipos de cáncer, ya sea por efectos secundarios de la enfermedad o por los tratamientos como la quimioterapia, la radioterapia o la inmunoterapia. Cuidar la piel en pacientes oncológicos es clave para mejorar su calidad de vida y evitar complicaciones."
En este sentido explica que "el cáncer de piel se divide principalmente en melanoma y cánceres cutáneos no melanoma, como el carcinoma basocelular y el carcinoma espinocelular. El melanoma es el más agresivo, pero si se detecta a tiempo, tiene un buen pronóstico”.
Lencina nos da una clave para identificar cambios en los lunares, es la llamada regla del ABCDE. “Hay que fijarse en la asimetría, bordes irregulares, color variable, diámetro mayor de 6 mm y evolución en el tiempo”, enumera.
Los dermatólogos tienen claro que los tratamientos oncológicos pueden tener un impacto importante en la piel.
"La quimioterapia afecta a todas las células de rápido crecimiento, incluyendo las de la piel, el cabello y las uñas. Como resultado, muchos pacientes experimentan sequedad extrema, sensibilidad, enrojecimiento e incluso erupciones cutáneas” y por eso aconseja “mantener la piel bien hidratada con emolientes específicos y evitar productos irritantes. Los aceites ozonizados pueden ser un buen aliado, ya que ayudan a regenerar la piel y reducen la inflamación sin ser agresivos. También se recomienda evitar duchas muy calientes y usar ropa de algodón para minimizar la irritación."
Lo mismo ocurre con la radioterapia.
"Puede causar lo que llamamos ‘radiodermitis’, una reacción inflamatoria en la zona tratada que va desde enrojecimiento hasta descamación e incluso ulceración en casos graves” y así “es importante usar cremas hidratantes sin perfumes ni alcohol antes y después de cada sesión, y evitar la exposición al sol en la zona irradiada. Los aceites ozonizados pueden ser útiles en estos casos porque favorecen la regeneración de la piel sin interferir con el tratamiento. Además, mantener la zona limpia y seca, y seguir las recomendaciones del equipo oncológico, es clave."
Y también en tratamientos más novedosos como la inmunoterapia.
"La inmunoterapia actúa estimulando el sistema inmune para atacar las células cancerosas, pero a veces esto puede desencadenar reacciones cutáneas, como erupciones, inflamación y picor. En algunos casos, incluso puede producir vitíligo o efectos similares a enfermedades autoinmunes de la piel”, señala, de tal manera que “es fundamental un enfoque personalizado, con hidratación intensiva y, si es necesario, tratamientos dermatológicos específicos para controlar los síntomas sin interrumpir la terapia oncológica".
En general para los pacientes que han pasado por un tratamiento oncológico, “la piel puede quedar más sensible y vulnerable, por lo que es importante continuar con una rutina de cuidado suave. La hidratación profunda y la protección solar son fundamentales, ya que la piel irradiada o sensibilizada por quimioterapia puede ser más susceptible a daños solares. Además, se debe prestar atención a posibles cambios en la piel y consultar al dermatólogo ante cualquier anomalía. En algunos casos, tratamientos regeneradores como los aceites ozonizados pueden ayudar a restaurar la barrera cutánea y mejorar la calidad de la piel a largo plazo".