La cruel matanza de delfines vinculada a la pesca del bacalao
Una práctica ilegal, según el Convenio de Berna, que prohíbe la captura y matanza deliberada de estas especies
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Espacio de Ecología: La cruel matanza de delfines vinculada a la pesca del bacalao
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Alcobendas
La polémica caza de delfines y ballenas de las Islas Feroe o “Grindadrap” ha sido objeto de críticas por el sacrificio de alrededor de 1.400 cetáceos al año, 265.000 desde que se tienen registros. La primera cacería de este año 2025 tuvo lugar el 10 de enero y se cobró la vida de 53 ejemplares de ballenas piloto, incluyendo crías y hembras embarazadas. La matanza fue documentada por la Fundación Capitán Paul Watson en el marco de la “Operation Bloody Fjords" (Operación Fiordos Sangrantes), iniciativa que expone públicamente estas matanzas.
La asociación por los derechos de los animales y el medioambiente ARDE denuncia la vinculación comercial entre la industria pesquera española y la matanza de delfines y ballenas en las Islas Feroe. Siete de los diez principales supermercados en España venden productos de bacalao procedentes del archipiélago feroés.
Los pescadores son los encargados de informar cuando hay un avistamiento de manadas de cetáceos y les persiguen con sus embarcaciones para llevarlos a las playas, donde ocurre la matanza. La Fundación Paul Watson exige a los supermercados españoles el fin de las relaciones comerciales con las Islas Feroe mientras estas matanzas tengan lugar.
El Grindadrap o Grind, como se le suele llamar, es un método de caza creado por los vikingos hace más de 1.000 años y que los feroeses han conservado como parte de su cultura.
Esta arcaica tradición consiste en conducir grupos enteros de pequeños cetáceos (principalmente calderones, que pertenecen a la familia de los delfines, y delfines de flancos blancos del Atlántico) hasta la orilla, donde se enfrentan a una muerte dolorosa.
La práctica, aunque defendida por algunos habitantes como parte de su herencia cultural, ha provocado reacciones adversas, tanto a nivel local como internacional.
La industria pesquera participa activamente en el Grindadrap. Cuando los barcos pesqueros avistan cualquiera de las seis especies de cetáceos autorizados para cazar, y si las circunstancias marítimas son propicias, los feroeses salen con sus barcas cargadas de piedras, garfios, cuchillos y cuerdas. Las embarcaciones giran en forma de semicírculo y arrojan piedras, creando paredes de burbujas que el sistema de ecolocalización de los delfines percibe como una pared; el objetivo es guiar a los cetáceos hacia la playa y embarrancarlos.
Los que no logran varar son llevados a la fuerza a través de la inserción en su espiráculo de un garfio que se encuentra atado a una cuerda, desde la cual los establecimientos situados en la costa tiran. Después, pescadores y otros habitantes feroeses entran al agua con varas metálicas con una punta de lanza y seccionan la médula espinal entre las vértebras cervicales del animal. Utilizando cuchillos, atraviesan los paquetes vasculares, nervios y musculatura de los cetáceos, ocasionándoles una abundante pérdida de sangre.
Esta matanza vulnera la legislación europea sobre los cetáceos. Es una práctica ilegal según el Convenio de Berna, que prohíbe la captura y matanza deliberada de estas especies, así como su comercialización.