¿Había zombis vikingos?
Pese al amplio catálogo de películas de zombis, el concepto de personas que volvían de la tumba tiene mucho más tiempo, llegando incluso a los vikingos
Comunidad de Madrid
El Día del Orgullo Zombi es una fecha muy señalada para todos los fans de las criaturas que vuelven de entre los muertos. Ya sea en formato de libro, película, serie o videojuego, hay quien disfruta enormemente de los destrozos que provocan y de las historias que protagonizan, pero, ¿sabías que la “existencia” de los zombis se puede remontar hasta la era vikinga?
Todos nos acordamos de estas historias distópicas en las que estas criaturas, más lentas o más rápidas y rabiosas, invaden las calles y siembran el pánico, como “The Walking Dead”, “28 días después”, “Guerra Mundial Z” o “The last of Us”, sin olvidar los clásicos como ”La Noche de los muertos vivientes”. Pero, ¿qué es un zombi? La RAE define esta palabra como un cadáver reanimado mediante prácticas de brujería', aunque, como adjetivo, suele hacer referencia a la persona 'atontada o falta de energía'. Pero, si nos vamos a lo mítico, podemos encontrar sus raíces en el culto vudú, al menos si se piensa en un cuerpo resucitado que queda bajo la voluntad del brujo que le devuelve la vida.
Esta idea ha suscitado todo tipo de historias cinematográficas, empezando por la ya mencionada “La noche de los muertos vivientes”, película de George Romero, de 1968 y que, quizá, sea el gran icono del género. No obstante, no sólo hay zombis en el terreno del vudú; también hacen su aparición en el folklore vikingo, aunque aquí no se les llama de esa manera, sino “draugar”, un tipo de no muertos que se levantaban de sus tumbas durante la noche, pero que, a diferencia de otras culturas, eran no muertos que caminaban entre los vivos no siempre con malas intenciones. De hecho, había algunos que regresaban solo brevemente con su familia para darles consejos y contarles lo que les deparaba el futuro, como muestra la leyenda de Throstein, hijo de Erik el Rojo (el creador del primer asentamiento en Groenlandia), quien, tras morir de una enfermedad, volvió a casa una noche para contarle a su mujer cómo debía comportarse ante ciertos sucesos venideros. Aunque también hay draugar terroríficos, que hacen presa en los vivos, matando ganado y personas por pura malicia, o para alimentarse de su carne y beberse su sangre, aunque la creencia popular sostenía que muchos de ellos eran habían sido personas violentas en vida.
Claro que tampoco podemos olvidar otros no muertos que se convirtieron en eso por accidentes o asesinatos que no han encontrado un lugar en el Valhalla o el Helheim, y que castigan a los vivos motivados por la envidia.
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