Cirujanos y enfermeros del Hospital de Fuenlabrada ya preparan una nueva campaña de operaciones en Camerún
Desde hace 15 años colaboran con la ONG 'Zerca y lejos' en una zona aislada en la selva con operaciones de bocio, tumores o hernias
Entrevistamos a Débora Acín, cirujana del Hosp. de Fuenlabrada, sobre la campaña solidaria en Camerún
12:41
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Fuenlabrada
Un grupo de cirujanos y enfermeros del Hospital Universitario de Fuenlabrada (encabezados por Fernando Pereira, jefe de cirugía general del centro) se prepara para llevar a cabo la 15ª campaña solidaria en Camerún junto con la ONG Zerca y lejos que tendrá lugar desde el 17 marzo y durante algo más de dos semanas.
La cirujana Débora Acín vivirá su quinto año participando en esta iniciativa y ha pasado por 'Hoy por Hoy Madrid Sur' para explicarnos las situaciones que se encuentran allí y las motivaciones que le llevan a sumarse a este proyecto.
“Vamos a una zona muy pobre, sin agua potable, en plena selva”, nos cuenta sobre esa área del sur de Camerún, en el departamento fronterizo de Dja-et-Lobo, en medio de los bosques húmedos y cerca de parques naturales como reserva de fauna de Dja.
En la campaña del año pasado realizaron 250 consultas y 165 procedimientos de todo tipo. “Hacemos mucha cirugía de pared, como hernias, pero gigantes, nada que ver con lo que nos encontramos en España”, señala, “también bocio, que es endémico”. Además la ONG está muy volcada en los pigmeos Baka, pigmeos que hasta hace no mucho eran nómadas y a los que se ha obligado a hacerse sedentarios, y que son despreciados por otras etnias.
“La gente viene andando durante días desde sus poblados para que pasemos consulta o para operarles”, señala.
La ONG construyó muy cerca de Bengbis unas instalaciones sanitarias muy básicas (bautizadas como Misión Católica D'Adjoli) con un par de quirófanos, cuatro habitaciones de hospitalización con capacidad para 30 camas, una sala de reanimación y un dispensario médico que funciona durante todo el año.
En la pasada campaña fueron cuatro cirujanos y cinco enfermeros desde Fuenlabrada, además de dos anestesistas y tres ginecólogos de otros centros del país.
Los propios profesionales son los que buscan financiación para todo el material que llevan hasta allí, que suele rondar la tonelada de peso.
Pero Acín lo tiene claro. “Es muy gratificante y recomendable porque es un golpe de realidad a lo que estamos acostumbrados y darse cuenta de la suerte que tenemos”, confiesas.