La mitad de los madrileños de entre 12 y 16 años sufre estrés o ansiedad: "Las redes les exponen a personas que muestran una vida ideal"

Madrid

Los problemas de salud mental entre los niños y los jóvenes madrileños no dejan de crecer. Problemas con diferentes causas que pueden derivar en lo más grave: el suicidio que, ahora mismo, en España, es la primera causa de muerte entre los adolescentes.

La mitad de los madrileños de entre 12 y 16 años sufre estrés o ansiedad, según se desprende de la encuesta 'Salud y enfermería escolar: preocupación y problemas de salud en los niños y niñas madrileños', realizada por el Colegio Oficial de Enfermería de Madrid (CODEM) y publicada este martes.

En el estudio, en la que se ha entrevistado a padres y madres de la región con hijos de entre 0 y 16 años y que se realizó a principios de noviembre, se refleja que el estrés y la ansiedad comienzan a aparecer en Primaria (de 6 a 12 años), cuando casi uno de cada cinco (el 18%) se ve afectado por estas patologías. Pero es más adelante, ya en la adolescencia, cuando la afección se incrementa.

A continuación del estrés y la ansiedad, el segundo problema de salud mental con mayor incidencia entre los madrileños de entre 12 y 16 años son las adicciones a la tecnología, que afectan al 36%, seguido del acoso escolar, con un 21,6%, y del déficit de atención (TDAH), con un 18,6%.

Esta alerta es compartida por los propios directores de los institutos y también por los psicólogos. Destacan que el uso de las tecnologías hace que pierdan tiempo que no utilizan en sus tareas diarias o que se comparen con otras personas a las que ven en las redes sociales. Rosa Rocha, presidenta de la Asociación de Directores de Institutos Públicos de Madrid, habla de una generación que ha perdido la tolerancia a la frustración. "Estamos ante la generación de la inmediatez, que quiere todo en el momento en el que ellos lo piden. En cuanto se les traslada algo que no es como ellos esperaban entran en crisis", explica.

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Además, el uso continuado del móvil les hace perder mucho tiempo, impidiéndoles completar sus tareas. Eso genera un bucle de estrés, que acusan durante el curso. "Estamos viendo que su exposición continua a una pantalla les genera a una estimulación muy alta constantemente", cuenta la psicóloga Natalia Ortega, que destaca también la influencia negativa de las redes sociales en los jóvenes. "Están expuestos constantemente a personas que les muestran una vida ideal, lo que les genera ansiedad", dice.

Los psicólogos llaman a estar vigilantes en casa y a dar ejemplo, porque los padres también pierden mucho tiempo con el móvil. Es bueno, dicen, dialogar más con los hijos para detectar los problemas que sufren y tratar de abordarlos.