La realidad del plan de alquiler "asequible" de Ayuso: "Tuve que renunciar al piso porque de ganga, nada"

Madrid

Más de la mitad de los madrileños a los que se ha adjudicado una vivienda del Plan Vive ha renunciado a ella. Según los datos oficiales a los que ha accedido la Cadena SER en aplicación de la Ley de Transparencia, hasta el 11 de noviembre había contabilizadas 526 renuncias, sobre un total de 930 pisos entregados a esa fecha. Es el caso de Nuria, a la que asignaron una de estas viviendas en el municipio madrileño de Getafe: "Se me ponía el piso en 1.000 euros, así que decidí renunciar porque de ganga, nada".

Si bien es cierto que hay aproximadamente 53.000 personas en lista de espera para acceder a este plan de vivienda asequible, según detalla la Consejería de Vivienda, la cifra de aquellos que se echan para atrás una vez les adjudican uno de estos pisos es igualmente significativa.

"Pagar 1.000 euros por 40m² es una salvajada"

Desde la Consejería de Vivienda no han querido entrar a valorar los motivos de las renuncias a las que califican de "variopintas" y creen que el número de renuncias se debe enmarcar en el total de pisos comercializados, que según esas fuentes ronda los 4.000. Defienden además que los precios del Plan Vive están siempre por debajo de los de las viviendas nuevas y con características similares. Pero, para algunas personas como Nuria, "de asequibles no tienen nada".

Aparte de los requisitos que vienen indicados a la hora de optar al plan -que el solicitante dedique la vivienda a su residencia habitual, que no tenga otro inmueble en propiedad a su nombre en todo territorio nacional, o que no destine más del 35% de los ingresos netos anuales de la unidad de convivencia al pago de la renta total por año- hay otros que los usuarios no conocen hasta que les llega un correo electrónico con las características de su vivienda.

Por ejemplo, que es el inquilino quien tiene que pagar el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) y los gastos de zonas comunes, pero también abonar el importe de las plazas de garaje que le asignen por sorteo y a las que no se podrá negar.

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"Era un piso de unos 40 metros cuadrados, pero con muchísimas zonas comunes: tenía piscina, gimnasio, parques para niños... por lo que subía mucho el precio y además es un pack, te viene anexado el trastero y las plazas de garaje, tengas o no tengas coche", ha explicado Nuria.

A pesar de los múltiples servicios que ofrecen estas urbanizaciones, lo cierto es que muchas de las viviendas que se han entregado han recibido quejas por tener desperfectos. "Yo creo que ese piso más de 600 euros no vale, porque es una construcción en bloque y son calidades tirando a bajas", ha insistido Nuria.

Para ella, como para muchos de los que buscan una solución a la crisis de la vivienda, lo importante no es que tenga gimnasio o piscina, sino el precio. "Claro, tú miras el precio y en mi caso, la casa que me asignaron tenía un salón bastante pequeño con cocina americana y dos habitaciones, pero en una de ellas no entraba más que una cama pequeña y era de un solo baño... así que pagar 1.000 euros por eso me parece una salvajada", ha concluido.

Ayuso rectificó su propio plan de vivienda: de las 25.000 prometidas, solo se construirán 10.500

Al número de renuncias hay que añadir los retrasos en el plan estrella de vivienda de la Presidenta madrileña. Isabel Díaz Ayuso prometió en 2019 -cuando aún era candidata- entregar 25.000 viviendas con este plan de alquiler asequible a jóvenes y familias. Su entonces promesa se ha dilatado en el tiempo, porque supuestamente 15.000 de esas viviendas iban a estar terminadas para mayo de 2023 y, cuando llegó esa fecha, todavía no se había construido ninguna.

Ha habido que esperar años para que el plan, ya tarde, comience a despegar y ha sido en noviembre de 2024 cuando se ha llegado a las 2.000 llaves entregadas, aunque viendo el retraso -y no sin antes culpar la presidenta de la Comunidad a los alcaldes socialistas de boicotear su plan de vivienda- el Ejecutivo madrileño ha rebajado su objetivo en un 42%: finalmente solo se entregarán 10.500 viviendas de las 25.000 que fijaban en promesa electoral.