La desigualdad de la limpieza en Madrid: el Ayuntamiento invierte menos y limpia con menos intensidad en los distritos del sur y el este que en los de más renta
Según un informe de Más Madrid todos los distritos del sur y el este están por debajo de la media de inversión en limpieza. Así, por ejemplo, mientras que en Centro se destinan 14 euros/m², en Villa de Vallecas apenas 2,5 euros/m²
Madrid
A partir de 4 variables (intensidad de limpieza, inversión, ubicación de las infraestructuras de tratamiento de residuos y valoración de la ciudadanía sobre los servicios) Más Madrid ha hecho un análisis sobre la situación de la limpieza en la capital. Su principal conclusión es que el Ayuntamiento invierte mucho menos en limpieza en los barrios con menos recursos que en los de mayor renta. La diferencia entre distritos se hace más evidente si analizamos la inversión por superficie de aceras y calzadas. La inversión total en la ciudad es de 4,66 euros/m² y el promedio 5,29 euros/m², sin embargo, todos los distritos del sur y el este están por debajo de esa media. Por el contrario, los distritos de Arganzuela, Salamanca, Chamartín, Retiro, Chamberí, Tetuán y Centro están por encima.
Hay casos especialmente llamativos como Villa de Vallecas con una inversión de solo 2,54 euros/m² o Latina con 3,53 euros/m² frente a los casi 14 de Centro o los casi 9 de Chamberí. Estas cifras evidencian que siendo la superficie de algunos distritos del sur el doble que la de los distritos de la almendra central, el Ayuntamiento dedica menos recursos para su limpieza.
Lo mismo ocurre si comparamos la inversión por habitante. En Latina, por ejemplo, solo se invierten 50 euros al año por cada vecino frente a los 102 euros de Chamberí o los 81 de Salamanca. La media por persona y año está en 86, 12 euros.
La desigualdad también se percibe en el grado de intensidad con el que se limpian las calles. Como ya denunció Más Madrid el pasado mes de junio, en los distritos del sur y este, cuyas calles suponen el 46% de toda la ciudad, se limpian al máximo nivel solo el 6%. En el resto de los distritos, se limpia con esta intensidad el 12 % de sus calles. El ejemplo más significativo es la diferencia que existe entre Villa de Vallecas y Chamberí. En el primero de los distritos se limpian con máxima intensidad el 2% de sus calles frente al 32 % del segundo.
La ubicación de las infraestructuras de tratamientos de residuos
Además de este desequilibrio en lo que tiene que ver con la inversión y la intensidad de la limpieza, los distritos del sur son los que albergan la mayoría de las instalaciones municipales de gestión de residuos y son sus vecinos quienes sufren sus molestias.
En Villa de Vallecas está el depósito controlado de residuos inertes de la Salmedina; la estación regeneradora de aguas residuales de la Gavia; el Parque Tecnológico de Valdemingómez y el depósito de cenizas de Valdemingómez. En Puente de Vallecas se ubica la estación regeneradora de aguas residuales de la China. Aunque esta depuradora está ubicada en este distrito, afecta también a los distritos de Usera y Villaverde. Además, en este último distrito está la estación regeneradora de aguas residuales de Butarque.
En contraposición, en el norte de la ciudad solo están las infraestructuras de la estación regeneradora de aguas residuales de Rejas en San Blas-Canillejas y la de Valdebebas en Hortaleza-Barajas.
Radio Madrid
Otro factor de desigualdad: ¿cómo se recogen las basuras?
En los contratos de recogida y contenerización, la desigualdad se encuentra en los métodos de recogida de los residuos en Madrid, porque los contenedores en calle es uno de los principales focos de suciedad para los barrios y, en parte determinado por la morfología de los edificios y en parte por tradición.
Dentro de la M30 la mayoría de los edificios tiene cuarto de basuras o métodos similares, por lo que al final su recogida es prácticamente de puerta a puerta. Esto tiene impactos en el tipo de contrato, porque supone más tiempo en los recorridos de los camiones y mayor complejidad logística; pero también en las aceras de estos barrios, que no tienen un punto negro donde resulta “fácil” dejar residuos fuera de los contenedores.