«Queridos clientes, anunciamos con un dolor inmenso que, debido a la adquisición del edificio, tenemos que dejar este lugar que nos ha acompañado durante 27 años», se puede leer en un gran cartel a las puertas del restaurante Buen Gusto, en el Paseo de Santa María de la Cabeza de Madrid. El restaurante también es conocido como «el chino del rey» porque el emérito estuvo hace años comiendo allí, como se puede admirar en un gran cuadro en el interior del local: «Fue un honor especial recibir la visita del Rey Juan Carlos, quien disfrutó y reconoció la autenticidad de nuestros platos, un testimonio del puente que hemos construido entre las culturas china y española», recuerdan ahora en su mensaje de despedida. Muchos otros también le conocen como el restaurante del camarero robot, porque fue uno de los primeros en dotarse de uno de ellos para servir los platos. «Desde nuestro humilde comienzo como un pequeño restaurante, hemos crecido gracias a su apoyo incondicional», señalan. Aunque el próximo 1 de julio cerrará sus puertas, la familia que regenta el restaurante desde hace casi 30 años en la capital, quiere dejar claro que es un «hasta luego» y que «algún día volveremos a encontrarnos»: «No es un adiós para siempre. Aunque el edificio donde nos hemos ubicado ha sido adquirido por otra compañía, les aseguramos que Buen Gusto volverá», recalcan en un mensaje en Instagram. «Mientras tanto, los invitamos a que nos acompañen en un último brindis por los recuerdos creados y las risas compartidas. Y por favor, manténganse conectados con nosotros aquí en Instagram para las últimas actualizaciones. Esperamos poder despedirnos personalmente de cada uno de ustedes en nuestro restaurante durante estos últimos días. Gracias por estos años maravillosos. ¡Hasta pronto!», se despiden en sus redes sociales. En redes sociales, muchos vecinos del barrio critican que la gentrificación esté transformando el barrio, que se llena a gran velocidad de alojamientos turísticos: «La escuela de negocios que está su lado ya cerró, el concesionario de Yamaha de enfrente también cierra. La tienda de encurtidos cerró a finales del pasado, la de cosas de plástico de unos números más arriba tb cerró antes el mes pasado, enfrente de esta otro está en liquidación. En el mismo edificio del restaurante chino, el año pasado un bajo donde había una escuela de baile se convirtió en un »bajo« turístico. Este año se pondrá en funcionamiento un edificio turístico en la otra esquina con Palos», detalla un usuario de X. El guionista y dibujante Manuel Bartual también sufrió un episodio parecido al que hoy se enfrenta el restaurante: «Viví diez años a dos minutos de allí hasta que, como les ha pasado a ellos, nos echaran a todos los vecinos del edificio en el que vivíamos por el mismo motivo».