Ángel, víctima del 11-M: "Fue un atentado contra la sociedad, por eso pedimos que nos ayuden lo máximo posible"
Cuando se cumplen 20 años de los terribles atentados yihadistas del 11M, Ángel de Marcos, vecino de Parla, uno de los afectados, recuerda ese día y todo lo vivido hasta aquí
Ángel de Marcos, vecino de Parla y víctima del 11M, recuerda ese día y cómo ha sido su vida en estos 20 años.
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Parla
Ángel de Marcos es un vecino de Parla que el 11 de marzo de hace 20 años iba en uno de esos trenes de Atocha que sufrió la barbarie terrorista. Hoy junto con otras víctimas asiste a los diferentes actos de homenaje y recuerdo a las personas que resultaron heridas y las 193 muertas ese día. Juntos se dan cariño y comparten emociones, según ha contado a SER Madrid Sur. A él ese día le dejó serias lesiones en un ojo, del que ha tenido que ser operado tres veces, además de otras intervenciones, y un problema neurológico que ahora le dificulta en gran medida la movilidad.
Pasado estos años, resalta los agradecimientos a todas las personas que les ayudaron. A sanitarios, psicólogos, bomberos, policías, vecinos, a todos los que en ese trágico día ayudaron a los heridos y familias afectadas. Aunque reconoce que hay cosas que les han hecho mucho daño, como las teorías “conspiratorias y las elucubraciones” que rodean a todo lo ocurrido. “En el fondo te tratan como un tonto ignorante que no quiere saber la verdad y no es así, porque si alguien quiere saber la verdad es el que lo ha sufrido, es muy fácil saber quién cómo y por qué, y lo hemos sabido”. Y es que piensa que los medicamentos y los abrazos ayudan, pero “también ayuda mucho que se aplique la Justicia, hay una ley que se cumple y eso reconforta”.
Su historia
De ese día nos cuenta su recuerdo. “Trabajaba en Castellana a la altura de la Plaza de Cuzco. Yo iba en tren hasta Atocha, luego seguía en Nuevos Ministerios y después en autobús. Haciendo el trasbordo en Atocha, me pilló en el andén de la vía 2 para subir al tren. Hubo tres explosiones, la primera la vi y me quedé petrificado, no reaccioné, la “segunda explosión me vio ella a mi y salí volando”, cuenta con ese sentido de humor necesario a veces para afrontar tragedias. A partir de ahí todo muy oscuro, “un polvillo negro no se veía nada y cuando íbamos distinguiendo, nos encontramos con una situación que ninguna persona debería ver, porque nunca tenía que haber pasado, era bastante dantesco”. Les ayudaron a salir y a partir de ahí noches eternas, hospitales, intervenciones quirúrgicas, médicos..., “como la gran mayoría, no soy nada diferente al resto”, cuenta.
Ángel agradece este recordatorio de hoy, pero insiste en que “el 11 de marzo es un día, y hay 364 días más”. Lo que ocurrió fue un atentado “contra la sociedad”, porque a ninguna de las víctimas conocían “esos indeseables”, por eso, porque fue un atentado contra todos, es necesario que no les olvidemos y que las ayudas y el apoyo siga llegando. Eso es lo que pide Ángel y seguro comparten el resto de personas afectadas por los atentados.