Schneider busca recolocar a los futuros despedidos de Griñón y encontrar nuevos inversores para la fábrica
La Comunidad de Madrid “lamenta” el cierre pero anuncia que colabora con la empresa para buscar alternativas
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Rocío Albert, consejera de Economía de la Comunidad de Madrid, analiza la situación de Schneider Electric tras el anuncio de cierre en Griñón
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Griñón
El gobierno de la Comunidad de Madrid ha anunciado que colabora con Schneider Electric para buscar “alternativas” al cierre de la fábrica de Griñón, anunciado para principios de 2025. La consejera de Economía, Rocío Albert, ha informado en la Asamblea de Madrid que siguen en permanente contacto con la empresa para facilitar las dos vías en las que trabajan: formación de los trabajadores afectados por el ERE para que puedan ser reubicados en otras sedes de Schneider en España y búsqueda de inversores que se hagan cargo de la fábrica con una nueva actividad.
Hace apenas cuatro meses el mismo gobierno de la Comunidad de Madrid afirmaba que la empresa no tenía intención de cerrar, a pesar de lo cual sólo dos meses después se anunciaba el plan de clausura de la fábrica de Griñón. Los trabajadores analizan posibles recursos judiciales y continúan con sus movilizaciones.La más reciente ha sido este miércoles frente al Congreso de los Diputados, donde los trabajadores insisten en pedir mayor implicación de las administraciones públicas, a todos los niveles, para revertir esta situación.
El asunto ha regresado al pleno de la Asamblea de Madrid de nuevo de la mano del grupo parlamentario de Más Madrid. La diputada Marta Lozano ha acusado al gobierno regional de “no mover ni un dedo” para evitar el despido de 176 trabajadores directos y ha anunciado que el Ministerio de Industria ya está analizando un posible plan de reindustrialización en la zona.
En su contestación la consejera Albert ha mantenido que no pueden evitar que una empresa tome decisiones como esa, pero lo que sí pueden hacer es “buscar soluciones alternativas para afrontar lo mejor posible esta situación”. Por ello, aunque lamenta “profundamente” la decisión empresarial, siguen hablando con la empresa y con el municipio de Griñón para avanzar tanto en la formación de trabajadores que puedan ser reubicados como en la búsqueda de inversores para la fábrica.
La consejera ha adelantado que hay al menos dos proveedores que están interesados en la zona y hay “muchas posibilidades de que lleguen a buen puerto”, aunque no ha revelado en qué se materializarían dichas inversiones.
