Natalia: “Mi vida era un caos. Estar en situación de sin hogar acaba con tu autoestima y dejas de valorarte”
La asociación Libélula de Fuenlabrada ayuda a personas como Natalia que han vivido sin hogar y les permite remontar e integrarse en la sociedad. Aseguran que en los últimos años ha aumentado el sinhogarismo y a su centro llegan cada vez personas más jóvenes
Sofía Morgado, presidenta de la asociación Libélula de Fuenlabrada y Natalia, usuaria del centro de Libélula, hablan de las personas en situación de sin hogar.
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Fuenlabrada
Desde Libélula se insiste en la importancia de hablar de personas en situación de sin hogar, ya que esa condición no tiene por qué ser permanente, sino que puede cambiar, algo en lo que trabaja esta asociación desde hace nueve años, en el centro que tiene en Fuenlabrada donde ayuda a las personas que acuden derivadas de Servicios Sociales municipales. “El sinhogarismo es una situación que describe a personas que viven en la calle, en naves, o incluso en casas donde tienen una habitación, pero no tienen acceso a la calefacción, a la cocina…, es decir, el concepto engloba situaciones diferentes”, reconoce Sofía Morgado, presidenta de la asociación, quien advierte que si la vida viene mal dada, cualquiera podemos llegar a esta situación.
Natalia, es una de esas personas que estuvo en situación de sin hogar, pero con la ayuda de Libélula ha conseguido cambiar su vida. “No me he alegrado más de pedir ayuda a profesionales en mi vida”. Natalia nos cuenta como su día a día “era un caos” porque “la situación de sin hogar acaba con tu autoestima y dejas de valorarte”. Ella vivió tres meses en un trastero, también ha estado en naves, hasta que una trabajadora social del Ayuntamiento le derivó a Libélula.
Reconoce lo difícil que es vivir en la calle, algo que va minando a la persona y “te hace dejar de creer en ti misma”, como le ocurrió a ella, llegando a caer en adicciones y perdiendo el contacto con una familia que ahora ha recuperado de nuevo. Su realidad ha cambiado como del día a la noche y eso se nota. Sonríe confiada, ahora tiene proyectos y retos que afrontar, aunque sigue teniendo la sensibilidad a flor de piel y se emociona al hablar del pasado.
Cambia el perfil de personas en situación de sin hogar
Morgado reconoce que en los últimos años con la crisis, ha aumentado el número de personas sin hogar y están comprobando como los que llegan a su centro son cada vez más jóvenes. Antes la edad solía rondar los 60 ahora están empezando a llegar hasta jóvenes de 20 años, “son los menos, pero ya se empiezan a ver casos”.
En el centro de Libélula realizan un acompañamiento personalizado de los que acuden a ellos derivados de Servicios Sociales, cuentan con el servicio de centro de día, para ofrecer aseo, ducha, comida o cena, además de apoyo con actividades y talleres, como el de teatro para favorecer su integración, y también con dos pisos de convivencia.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en España un total de 28.552 personas sin hogar fueron atendidas en centros asistenciales de alojamiento y restauración en 2022, un 24,5% más que en 2012. La Asociación ‘Hogar sí’ asegura que la mayoría de las personas sin hogar son hombres, un 76,7%, y el 51,1% de las personas tiene menos de 45 años. De ellos un 71,2% se encuentran en situación de desempleo y un 65% tiene estudios secundarios.
