La Comunidad de Madrid no siempre estuvo aquí

Madrid

Hacer comparaciones no está bien. Es feo. Pero si se pusieran, uno detrás de otro, todos los documentos que ostenta el Archivo Regional de la Comunidad de Madrid, se haría un camino tan largo como el que lleva desde la Puerta del Sol a Buitrago de Lozoya. Más o menos 60 kilómetros. Esta comparación está bien, y no es odiosa; y es que resulta que todos esos documentos son sobre todo, los que se han generado desde que Madrid es comunidad autónoma. Pero no sólo, porque antes cuando era diputación provincial también tuvo archivos. El documento más antiguo de Madrid es uno que data de 1330. Se llama el documento de Torrelaguna, una imposición de aranceles para la venta de vino por parte de gente que no era vecina de la localidad. Era una forma de proteger el vino propio frente a los que venían de fuera a vender a ese pueblo de fuera de Madrid. En fin los madrileños haciendo ya de madrileños hace siete siglos.

Y sí, aunque Magerit o Mayrit sabemos que fue fundada en el siglo IX por el Emir Mohamed I de Córdoba, como enclave militar por su posición inmejorable cerca del río Manzanares, no fue hasta el siglo XX, cuando la región adquirió el estatus de comunidad autónoma. Tan 'sólo' hace cuarenta años, que la Constitución de 1978, posibilitó en 1984 la declaración del estatuto de autonomía. Para entonces, ya la tenían Cataluña, el País Vasco (1979) y Galicia (1981).

Pues bien, a partir de ese momento, hubo cambios. Quizá uno de los primeros fuera la sustitución de carteles, muy importantes para la formación de identidad. La elección de bandera , rojo carmesí con siete estrellas blancas cuatro arriba y tres abajo, fue otro de esos cambios; cada una de esas estrellas representa las principales de la constelación de la Osa Mayor, que se recorta sobre la sierra del Guadarrama. También se compuso un himno (éste sí tiene letra pero nadie la conoce, ni tampoco su música, y sino vayan a preguntárselo a algún vecino de Madrid de pura cepa o recién llegado. Se encogerá de hombros y contestará 'ni idea').

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Bromas aparte, este artículo lo que pretendía era hablar de todos esos documentos que se custodian en los largos pasillos mantenidos a temperatura estable en el Archivo Regional, al que por cierto, pueden acceder todos los ciudadanos que lo soliciten sin necesidad de que sean investigadores. Para quien no lo sepa, a estas alturas, esta institución se encuentra en el Complejo El Águila (Calle Ramírez de Prado, 3 - no siempre estuvo ahí ) y también acaba de cumplir cuarenta años. ¿Por qué es importante el Archivo Regional? Porque ahí se guardan los documentos que contienen todos los derechos y obligaciones de los madrileños que se generan en las consejerías. Y uno se podría preguntar ¿y a quien se le ocurre ir ahí y para qué? Los perfiles son muy distintos : por un lado el típico o típica investigador/ra , o cualquier ciudadano que tenga necesidad de saber algo por ejemplo : instalar en su comunidad de vecinos un ascensor porque el Archivo conserva un montón de documentos de la Dirección General de Industria necesarios para tal fin o consultar el archivo de protocolos notariales, muy importantes si uno no encuentra, por ejemplo un testamento hereditario en su casa.

Pero lo mejor de todo es escucharse el audio de la entrevista que en Hoy por Hoy Madrid, Carlos Cala y una servidora hicimos a Nieves Sobrino, directora y Blanca Bazaco, jefa del servicio de referencias y atención al ciudadano del Archivo Regional de Madrid. Ellas dos son, lo van a escuchar, sino lo han hecho ya, dos funcionarias, que pese a las complicaciones del puesto que ostentan, dos funcionarias felices de trabajar en el lugar que lo hacen desde hace más de veintitantos (para qué seguir dando datos, los tiene todos el Archivo Regional) .

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