Historia

Catalina de Aragón, la Reina de Alcalá de Henares

Fue una de las mujeres más importantes del siglo XVI. Siempre se la vincula con Aragón, con su boda con Enrique VIII de Inglaterra y con el nacimiento, no por su culpa, pero si gracias a ella, de la Iglesia Anglicana. Sin embargo, Catalina de Aragón no era de Aragón ni tenía nada que ver con este reino. Realmente era madrileña, nacida en Alcalá de Henares

Catalina de Aragón, la Reina de Alcalá de Henares

Catalina de Aragón, la Reina de Alcalá de Henares

08:22

Compartir

El código iframe se ha copiado en el portapapeles

<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1698067518444/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>

Madrid

Catalina nació en el Palacio Arzobispal de Alcalá de Henares el 16 de diciembre de 1485. Era hija de los Reyes Católicos y su verdadero nombre era Catalina de Aragón y de Castilla, nombre que recibió al nacer por ser hija de quien era. Más tarde se convertiría en una de las mujeres más importantes del siglo XVI por su vínculo directo con la corona inglesa al casarse con Enrique VIII, de cuyo matrimonio nacería María I de Inglaterra. Este vínculo con la pérfida Albión, que dirían los clásicos, viene de cuando era apenas una cría de tres años y la prometieron con el príncipe Arturo, heredero al trono de Inglaterra. Aunque Arturo murió trágicamente a los pocos meses de contraer matrimonio a principios del XVI, Catalina nunca regresó a Castilla, permaneciendo en Inglaterra y desarrollando una importante labor diplomática de puente entre los dos reinos. Se convirtió así en lo que, a la postre, sería la primera embajadora de Europa.

Inspiradora de una iglesia

Casada con Enrique VIII, este monarca se encaprichó con Ana Bolena. Al estar casado con Catalina, no podía volver a casarse con Ana porque la Iglesia Católica lo prohibía terminantemente. En el año 1533, Enrique VIII consiguió que su calentón tuviera finalmente un feliz desenlace. Se enfrentó a la Iglesia Católica y, porque sí, porque me da la gana a mí, creó la Iglesia Anglicana en la que, ya sí, podía divorciarse, anular su matrimonio con Catalina de Aragón y desposarse con Ana Bolena.

Aunque Enrique VIII la rechazara, el pueblo la amaba y nunca le dio la espalda. Cuando falleció en 1536 en el castillo de Kimbolton, lugar en el que la había recluido su marido, el reconocimiento popular no se hizo esperar. No en vano hoy se encuentra enterrada en la abadía de Peterborough donde cada año, en el aniversario de su muerte, se recuerda su figura y sus obras.

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00