Vanesa Martín recuerda cómo empezó su carrera musical por una casualidad en la capital: "A partir de ahí me planteé ir a Madrid para probar suerte"

Madrid

La cantante compara el poder de la música con el olor: "Te transmite emociones, sensaciones, te permite teletransporte sobre experiencias y sobre tu propia vida". Su álbum 'Placeres y pecados' se ha convertido ya en disco de oro con más de veinte mil copias vendidas desde que se publicó en 2022 y, desde entonces, no ha parado. Este verano ha estado de gira, "un verano frenético, donde agosto ha sido la tranca final", aseguraba. En los próximos meses comenzará su gira por Estados Unidos y Latinoamérica. Pero, antes, una cita muy especial con los madrileños porque el próximo sábado 16 de septiembre, el Wizink Center acogerá por segunda vez a Martín. "Habrá muchas sorpresas", ha confesado, "algo muy esperado que la gente lleva pidiendo mucho tiempo, será un concierto totalmente diferente al que tuvimos en diciembre".

La malagueña ha recordado la primera vez que tocó en la capital y de cómo ese momento fortuito marcó su carrera musical. "Venía a Madrid en un viaje con amigo de la facultad y fuimos a un restaurante, el Cortijo de las Locas, en Ópera, donde hacían espectáculos y una amiga nuestra de la facultad estaba cantando copla. Cuando llegamos me invitó a unirme a ella con una guitarra". Así, la cantante se arrancó a interpretar una de las dos canciones que había escrito hasta el momento, 'Hay un ventanal'. "Allí estaba Rafa Madroñal -antiguo director de negocios de Sony Music España- me dijo que quería que le hiciera una maqueta y que grabara mis canciones", señala. Este hecho hizo que se planteara regresar a Madrid, al acabar su carrera de pedagogía, a probar suerte.

"Para mí fue muy importante ese momento", admite, "al final no fue Sony la discográfica con la que trabajé, pero fue increíble como detonó todo por ese viaje". Después de ese encuentro, Vanesa volvió al restaurante -ya cerrado- y cuenta que le contrataron jueves, viernes y sábados para cantar dos canciones durante seis meses, por sesenta euros. "Yo recuerdo que les decía, puedo cantar otra, eh, que no os voy a cobrar más", explicaba entre risas.

Aunque nunca haya podido ejercer de pedagoga, la cantante asegura que lo utiliza mucho en su trayectoria profesional y música y le ayuda a llevar las cosas mucho mejor.

Durante la entrevista, han repasado algunos de sus temas más íntimos como 'Complicidad' o 'He sido' que hablan de la importancia de ser consciente de la otra persona, de quitarse el ruido de la cabeza para ocuparse de las cosas importantes. "No sé qué tiene 'He sido' cuando la interpretamos en directo que la gente vibra, se vuelve loca, hay una energía muy fuerte", admite.

Y como de 'placeres y pecados' va la cosa, en el laboratorio musical le han puesto a prueba y la malagueña ha confesado anécdotas tan divertidas como que más de una vez se ha inventado conciertos para no ir a alguna boda que no le apetecía.