'El que no ve', la historia de un indigente que no eligió serlo
La editorial madrileña 'La Imprenta' presenta esta historia real de superación contada en primera persona con ilustraciones del artista Fermín Urdanoz
Madrid
Montxo dice tener pánico escénico, por eso le da miedo enfrentarse a las cámaras y no le gustan las entrevistas. De todas maneras, ¿a quién le gusta 'abrirse en canal' - como él explica - y escribir sobre algo de lo que uno no se siente orgulloso? Las redes sociales están llenas de sonrisas perfectas, talles de avispa, y apartamentos de lujo, de ahí que no estemos acostumbrados a leer sobre el sentir de las personas que pordiosean por las calles y se avergüenzan de su sino. En su libro, Montxo Rejano va relatando en primera persona las circunstancias que le llevaron hasta un albergue donde compartía habitación con otras 16 personas. Pero eso no fue lo peor, quizá lo peor fue cuando uno de sus compañeros le enseñaron a pedir delante de la iglesia :
"Ese fin de semana me dijo que me iba a enseñar a pedir a la puerta de la iglesia. Le dije que no podía pasar por eso, que me iba a derrumbar. A regañadientes fuimos a una iglesia de un barrio cercano, nos plantamos uno a cada lado de la puerta y me dijo: Cuando entran a misa sólo se eles saluda sin poner la mano, a la salida es cuando dan. Yo aguanté, la entrada con tal vergüenza que hasta me puse malo. Saludaba a siluetas, me temblaban las piernas, me puse blanco, sudaba. Sentía culpa por mi comportamiento con mi compañero pues pienso que pedir con respeto es totalmente lícito moralmente. Me acompañó a un banco de una pequeña plaza adyacente a la iglesia mientras se celebraba la misa. nos echamos un pitillo, me tranquilicé, cuando me dijo que le esperara ahí, que él pediría en la puerta para los dos a la salida de los creyentes."
Pasó tantos años viviendo en la calle, Montxo que tardó tres años en contactar con su familia de nuevo.
Cuando transitamos por la ciudad ¿nos preguntamos en alguna ocasión quienes son esas personas que llamamos sintecho? ¿tienen nombre? La mayoría de las veces no lo queremos saber porque nos estorban y además sabemos que no podemos hacer nada para remediar su sino. Si le das todos los días 'al pobre de la esquina' que pide un día tras otro para el café ¿a cuántos cafés le acabarás invitando? ¿y , por otro lado, de qué sirve esa limosna? Montxo tampoco tiene respuesta a estas preguntas, pero sí reflexiona al filo del relato de las desigualdades de la sociedad.
El no eligió ser indigente ¿alguien lo elige? O como cuenta Montxo: 'se cae' en la indigencia. Cualquiera está a seis meses de ello. Basta con tener un mala racha. 'El que no ve' de la editorial La Imprenta vale la pena con ilustraciones de Fermín Urdanoz. Léanlo
Myriam Soto
Redactora de Radio Madrid