Quién y qué preguntaban a los oráculos griegos

Fuenlabrada

El fenómeno de la adivinación en el mundo griego clásico es uno de los más interesantes por lo que nos cuenta de esas sociedades. Este tema es precisamente el objeto de estudio del fuenlabreño Diego Chapinal-Heras que acaba de publicar ‘La voz de los dioses. Los oráculos y la adivinación en el mundo griego’ (Ático de los libros, 2023).

“Cada oráculo tenía su método y cada lugar sus particularidades”, responde el autor sobre cómo era el proceso de adivinación de cada uno de los 200 oráculos (Dodona, Delfos, Dídima, Epidauro…) que pudo haber, aunque el número es muy difícil de determinar.

Estos centros religiosos eran teóricamente independientes, aunque debido a su importancia es imposible desligarlos de los poderes del momento.

Lo que sí que está claro es que era un fenómeno al que acudían polis y gobernantes pero también los griegos ‘a pie de calle’. “Había consultas públicas y también privadas de los individuos como nosotros”, asegura Chapinal-Heras, que añade que el precio también se ajustaba “no era barato pero era asequible”.

“La ambigüedad de los oráculos es otro de los puntos que se han debatido” pero aquí el autor señala que en la práctica “las respuestas son bastante más concretas”. En el caso de Dodona miles de preguntas, que se hacían por escrito en tablillas, se han conservado y eso permite conocer qué preguntaba y quién respondía. “Alguien preguntó: ¿me interesa irme a Crotona a vivir?, y la respuesta es ‘A Crotona’”, pone como ejemplo.