De asesinar a un hombre en Portugal a tener un accidente de tráfico casi mortal en Cubas de la Sagra
La Policía Nacional indentifica a un fugitivo chino condenado por asesinato y 'abandonado' sin visitas en varios hospitales del sur de Madrid
Un herido grave tras caer de una torre de alta tensión / Summa-112
Madrid
La Policía Nacional ha identificado a un fugitivo chino condenado por asesinato en Portugal que llevaba seis meses internado en un hospital madrileño, según publica este viernes 'El País' y han confirmado a Europa Press fuentes de la investigación.
Este hombre sufrió un accidente de tráfico en agosto de 2022 en la autovía A-42 a su paso por el municipio madrileño de Cubas de la Sagra, tras lo que pasó por diversos centros hospitalarios a lo largo de seis meses (Parla, Getafe y Fundación San José, entre Cuatro Vientos -Madrid- y La Fortuna -Leganés-) en los que los investigadores de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras confirmaron su identidad y procedieron a su arresto, si bien hubo de ser trasladado a un módulo hospitalario penitenciario dado que las secuelas físicas y neurológicas del siniestro lo han convertido en dependiente.
Asesinaron a un compatriota en 2019
De acuerdo con la Justicia del país vecino, en 2019 mató a un compatriota en un crimen relacionado con el tráfico de angulas. La víctima del asesinato, otro ciudadano chino de 32 años, fue hallada a 40 kilómetros de Lisboa con media docena de impactos de bala en la cabeza.
Al parecer mantenía una deuda de 70.000 euros con grupos criminales de su país de origen relacionada con el tráfico de angulas, un producto muy cotizado en Asia por el que se llega a pagar 5.000 euros por kilo y que estos grupos pescan en Europa y envían como contrabando en maletas hasta aquel continente.
Según la información de 'El País', los investigadores lusos identificaron a los autores del crimen, de los que sospechaban que habrían huido a España, por lo que en septiembre de 2019 emitieron una orden europea de detención.
A pesar de su fuga, ambos fueron condenados en ausencia por la Justicia portuguesa a 25 años de prisión. En febrero de 2022, la Policía Nacional pudo localizar y detener a uno de ellos, que dormía en un hostal de la capital de España, donde fue arrestado.
