"Vine a Madrid a intentar mejorar mi vida. No es la primera vez que emigro. Con este curso en tecnología de la información espero poder encontrar un empleo, una vez que consiga los papeles"
La organización Powercoders busca mejorar la empleabilidad de personas en situación de vulnerabilidad con una formación gratuita e intensiva en programación que les brinde la posibilidad de conseguir un empleo y abrirse camino en el sector tecnológico, donde existe una alta demanda de talento
Madrid
Powercoders es una organización que nació en 2012 tras la crisis migratoria. El joven empresario suizo Christian Hirsig quiso poner su granito de arena al ver los millones de personas que se desplazaban a otros países en busca de una vida mejor. En España se presenta como academia de programación para personas refugiadas y así es como funciona. En esta última edición, la organización ha seleccionado a cerca de 25 personas de más de un centenar que se presentaron como candidatos. Esta vez la mayoría de los seleccionadas son personas venidas de Venezuela, pero las nacionalidades son dispares. Durante trece semanas se les brinda una formación intensiva que finaliza con el acceso a prácticas laborales en el sector digital. El objetivo es apoyar a los participantes para obtener empleos permanentes en el sector tecnológico. Esa es la premisa, pero en algunos casos, la esperanza se topa con realidad.
Vivo con lo justo
Miguel Fonseca tiene 21 años. Ahora vive en Moratalaz en un piso que comparte con otras dos personas y donde paga casi 400€ por una habitación. Alguien le ayuda en su devenir español :ese es su colchón. Sin embargo, los trámites para legalizar su situación en España están siendo más largos de lo que él esperaba: "no me pueden emplear en ninguna de las cosas en las que me he formado, así por el momento estoy sobreviviendo como puedo hasta que pueda regularizar mi situación y pueda trabajar legalmente." Cuenta que tira hacia adelante - "con lo justo"- como Relaciones Públicas y por lo menos se ha podido comprometer de lleno con los estudios de la formación de Powercoders . Lleva cinco meses en Madrid pero antes vivió en Tarragona, donde no le fue bien en un negocio de restauración en el que era uno de los socios.
Lo vendí todo para venir a Madrid
Oliver Rueda había estudiado un carrera en Venezuela, pero sólo pudo ejercer de barbero. Así lo hizo durante un tiempo, estuvo trabajando para una organización que se ocupaba de los jóvenes que pasan la frontera colombo-venezolana también en busca de mejor vida. Algo en su cabeza le dijo que tenía que hacer lo mismo, pero él se decidió a cruzar el océano. "Afortunadamente tengo aquí a mi familia que me ha apoyado" dice, "el proceso de reinventarse es incómodo pero imprescindible. Mi sueño es poder acceder a un puesto de trabajo relacionado con la tecnología que es en lo que nos hemos formado en Powercoders , el programa ha superado mis expectativas.
Estoy lista para trabajar mañana
Esta es la segunda edición de Powercoders en España, antes se ha desarrollado en Italia, Suiza y Turquía. Beatriz Estela tiene 33 años y un bebé de siete meses, "que me trae loca". En su país, era ingeniera en riesgos laborales, de lo que ejerció. También lo hizo en Chile, donde también trabajó. Pero al llegar a España hace más de dos años no había puesto para ella en ese ámbito. ·"Me tocó trabajar en hostelería, pero ahora con esta formación en tecnología de la información, estoy lista para ocuparme mañana si algún empresario quiere de mi.

Myriam Soto
Redactora de Radio Madrid