Teresa Peramato: "Los fiscales tenemos que acercarnos a las víctimas de violencia de género: hablar con ellas y explicarles en qué consiste el procedimiento"
La Fiscal de Sala Delegada Coordinadora contra la Violencia sobre la Mujer incide en que cada vez hay más preparación en el mundo de la judicatura para dar respuestas "con perspectiva de género"
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Teresa Peramato: "Los fiscales tenemos que acercarnos a las víctimas de violencia de género: hablar con ellas y explicarles en qué consiste el procedimiento"
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Madrid
La vulnerabilidad de las víctimas de violencia de género se acentúa muchas veces en los procedimientos judiciales. Sin embargo, la revictimización puede evitarse, tal como sostiene Teresa Peramato, Fiscal de Sala Delegada Coordinadora contra la Violencia sobre la Mujer. Lo más crucial para facilitar la situación de las mujeres denunciantes es el acompañamiento: no solo por parte de un equipo jurídico, sino también del ministerio público. "El fiscal tiene que acercarse a la víctima: hablar con ella, explicarle cómo es el procedimiento y qué puede suceder", dice.
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La fiscal especializada en violencia de género considera que el "calvario" que muchas denunciantes sufren puede mitigarse. De hecho, insiste, es algo en lo que se trabaja actualmente en la justicia española. "Los fiscales y jueces cada vez estamos más formados. Estamos procurando dar cada vez una respuesta más ajustada y con perspectiva de género", asegura Peramato.
Acompañar a las víctimas es fundamental
Una buena asistencia a las víctimas en todas las instancias resulta clave en estos procedimientos. Desde los primeros centros de atención hasta el asesoramiento jurídico, todos los momentos previos a la denuncia resultan cruciales para que las víctimas puedan afrontar más preparadas lo que suponen estos procedimientos judiciales. "Hay que valorar muy positivamente que hayan dado el paso de denunciar. Tenemos que tener un trato respetuoso, pero también empático con ellas. Además, es necesaria la coordinación con las oficinas de atención a víctimas para que tengan acompañamiento, para que no vayan solas al procedimiento", insiste.
El acompañamiento a las víctimas resulta crucial para evitar que se vean arrinconadas, como cuenta Peramato, pero sobre todo para que puedan prepararse de cara al procedimiento. No es lo mismo acudir sola, sin asistencia jurídica previa, que hacerlo de la mano de un abogado o abogada que pueda asistir a la mujer antes de llegar al juzgado. "Deben tener asesoría jurídica antes de la interposición de la denuncia. No es lo mismo una víctima que tiene que declarar sin conocimiento de los efectos que eso puede producir, que siendo asesorada por una abogada experta que le diga hasta dónde puede llegar", declara la fiscal.
Pero la asistencia también resulta clave para organizar la declaración de las víctimas, insiste Peramato. "Tenemos que tener en cuenta que las víctimas tardan hasta ocho meses en denunciar. Pero la situación que viven se calcula que puede durar entre doce y veinte años", cuenta la fiscal. Por ello, remarca la importancia de la figura de un letrado. "Cuando estas mujeres toman la valiente decisión de denunciar tienen que contar lo que han sufrido durante mucho tiempo. No se les exige una memoria, pero sí tienen que dar una noción de lo que han vivido en todo ese tiempo. Para ello, es vital una buena asistencia, para que les ayuden a organizar todo lo que han sufrido", dice Peramato.
La importancia de frenar los "silencios cómplices"
El maltrato continuado muchas veces no cesa por culpa del silencio del entorno, reconoce la fiscal. Precisamente romper ese "silencio cómplice" puede ser clave para frenar en seco la violencia que sufren las víctimas, como asegura Peramato. "Las víctimas tienen que relatar las situaciones que se hayan podido vivir ante testigos, violencia que hayan sufrido delante de terceras personas. Pero también hay que acabar con el silencio. El silencio del entorno provoca a veces una situación de impunidad. Cuando nos callamos conociendo esas situaciones, somos cómplices de la violencia", sentencia.
Peramato reclama también que el entorno de los agresores haga por parar la violencia que sufren las mujeres. La fiscal reconoce que en muchas ocasiones deciden callar, pero son precisamente cruciales para poner freno a las agresiones: "Las personas del entorno del agresor no deben callarse: pueden poner freno a ese maltratador".