¿Es normal sentir vergüenza al desnudarse en el médico?
Analizamos las situaciones y sensaciones que se pueden producir cuando un médico revisa el cuerpo de los pacientes
Hablamos con la sexóloga Mirian Sobrino
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Fuenlabrada
Todavía el desnudarnos delante del médico o que examine nuestros genitales puede provocar situaciones de pudor o vergüenza.
De ello hemos hablado este miércoles con Mirian Sobrino, sexóloga y matrona en Atención Primaria de Madrid.
“Una vez al mes hablamos de cuidados en la salud de la mujer, nos acercamos a aspectos que tienen que ver con su salud ginecológica, reproductiva, o con su sexualidad. Hablamos de citologías, exploraciones mamarias, picores, dolores, incontinencias, infecciones, abortos, técnicas de reproducción asistida…”, recuerda, pero “no podemos olvidar que todos esos procesos ocurren en un cuerpo concreto, alrededor de partes muy privadas e íntimas del cuerpo de las mujeres y eso puede provocar vergüenza”.
“Hablar de que nos pican los genitales no es igual que hablar de un picor en un pie, mostrar la parte de la mama donde nos notamos un bulto no es igual que mostrar otro bulto en el abdomen, coger una torunda de la vagina para un exudado no es igual que coger un exudado de la nariz para una PCR de covid por ejemplo, matiza.
Por eso nos preguntamos cómo se acercan al cuerpo de las mujeres los profesionales y también cómo sienten las mujeres que lo hacen.
“Es algo habitual que las mujeres sientan cierta incomodidad ante la desnudez y exponer sus genitales cuando vienen para hacer una citología. También es frecuente que se juzguen por sentir ese pudor, que pidan perdón o se avergüencen”, relata y cuenta que “a veces nos dicen: “ya sé que es algo natural pero..” , “ no sé qué me pasa si seguro que estás acostumbrada a ver muchas mujeres desnudas y es tu trabajo pero..” “perdona que no me he depilado...” “puedes darme algo con lo que taparme es que soy muy vergonzosa…”
“Las mujeres no deberían sentir que deben pedirnos permiso ni perdón por cómo viven la exposición de su cuerpo al acudir a las consultas médicas”, recuerda.
“Su cuerpo les pertenece a ellas, también su pudor. No está ni bien ni mal y no necesita justificarse. Es importante que las mujeres tengamos esto claro, pero más importante aún es que lo tengamos los profesionales”, concluye.
