Comienza el I Encuentro de Payasas en Fuenlabrada con el reto de visibilizar a la mujer en esta profesión
Irene Poveda y Charo Amaya, payasas, hablan en SER Madrid Sur de la presencia de la mujer en este ámbito y la evolución de la figura
Irene Poveda y Charo Amaya, payasas, hablan del I Encuentro de Payasas en Fuenlabrada.
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Fuenlabrada
Bajo el título de ‘Ácidas’ llega el primer Encuentro de Payasas, organizado por FRAC Fuenlabrada y el Ayuntamiento de la ciudad, que se celebrará desde este jueves y hasta el próximo sábado. Una cita con talleres y actividades exclusivas para las payasas que se inscriban en ellas, pero también, otras abiertas al público en general, según ha contado Irene Poveda y Charo Amaya, payasas de profesión y que hoy han estado en los micrófonos de SER Madrid Sur.
Es un encuentro para mujeres que se dedican hacer humor, para payasas, aunque “no toda mujer que hace humor es payasa, porque puedes hacer comedia o ser monologuista y no considérate payasa. El mundo del payaso tiene unas técnicas, unos tiempos…, son cosas diferentes”, indica Amaya.
Esta tarde comienza un taller ‘El placer de jugar’, sólo para mujeres de Fuenlabrada. “Consiste en jugar, que es de donde nace el payaso, el teatro… vamos a descubrirnos jugando para poder crear escénicamente cualquier otra cosa”, indica Poveda. El viernes habrá sesiones de mañana y tarde con talleres específicos para las inscritas y otras actividades abiertas a todo el mundo, incluido hombres, “por favor que vengan hombres, que es para todos”, dicen entre risas. Ya el sábado tendrá lugar el broche final, la Gala de Payasas Ácidas en el Teatro Josep Carreas a las ocho de la tarde.
Visibilizar a la payasa
Ambas reconocen que es “difícil quitar el sentido peyorativo de la palabra”, pero tampoco es un problema, dicen. “Eres un payaso y es despectivo, pero pasa con otras profesiones. Al final es el uso que le dan a la palabra, el tono, y hay que llevarlo con naturalidad”, afirma Poveda.
Se trata de un encuentro que nace de la necesidad de visibilizar a la mujer en esta profesión, ya que históricamente hay más hombres y la mujer “ha ido entrando poco a poco”.
Afirman que la figura del payaso se ha renovado y no es sólo para niños, ya que se puede hacer un humor de cosas profundas. Eso desde dentro del sector está asentado, pero dicen que falta trasladar esa idea al público en general. “Cuando vamos a actuaciones en pueblos, los adultos dicen esto es para los niños, pero cuando acuden te reconocen que les ha enganchado y se lo han pasado bien”, cuentan las dos.
