La lista de espera para el especialista se duplica en Madrid en el último año

Madrid

La paciencia se ha convertido en condición indispensable para acceder a la sanidad madrileña, que acumula varios cuellos de botella con los que lidian, cada día, miles de madrileños. Y es que la pandemia ha agravado varios de los atascos tradicionales que padece el Servicio Madrileño de Salud (SERMAS). El principal, ahora mismo, se encuentra en la lista de espera para las consultas con el especialista. En julio, 578.629 pacientes estaban a la espera de que los viera por ejemplo el dermatólogo o el neurólogo, según la propia estadística de la Consejería de Sanidad, un 50% más que un año antes.

La cifra esconde además otra realidad. No solo crece la lista; sino que los que esperan, cada vez lo hacen más tiempo. Es lo que revela la cifra de los que aguardan esa consulta desde hace más de 90 días, que se han más que duplicado. Han pasado de ser 169.139 madrileños, a más de 355.342, un 110% más que doce meses antes. Además, tomar julio como mes de corte permite observar cómo han evolucionado las listas de espera desde que Ayuso llegó a la Presidencia de la Comunidad de Madrid –julio de 2019 fue el último mes de la era pre-Ayuso-: en estos tres años la demora máxima para una consulta externa se ha disparado un 140%.

María Romero es una de esas madrileñas que a las que no le queda otra que esperar. Sufre dolores estomacales recurrentes: “Tengo intolerancias, el estómago muy inflamado y muchos dolores”, cuenta esta pinteña treintañera. Eso le está provocando una merma en su calidad de vida, pero aún desconoce qué le provoca que “dos de cada tres días” no esté cómoda. Su médica de Atención Primaria le ha pedido una consulta con el digestivo, “sobre todo –explica María- por descartar cosas graves”, pero no le han dado cita hasta finales de abril de 2023. “Ya nos ponemos en ocho meses”, cuenta resignada esta joven.

El problema no es nuevo y se ha agravado con la pandemia, pero la mejora de la situación epidemiológica no se traduce de momento en un alivio. Tampoco, a la hora de acceder a una prueba diagnóstica, que es otro de los atascos que sufre el SERMAS. 165.251 madrileños están a la espera de una ecografía o una resonancia magnética, un 27% más que un año antes. En este caso la situación también va a peor porque los que llevan más tiempo en ella -más de 90 días- son 88.431, prácticamente la mitad del total, y un 41% más que los que aguardaban un año antes.

Los profesionales piden un “plan estratégico” para abordar todas estas demoras. Según Ángela Hernández, secretaria general del sindicato médico AMYTS, debe incluir “un refuerzo de profesionales e impulsar los pactos de gestión, que se desarrollaron en años previos por la Consejería”. Desde Comisiones Obreras califican en un comunicado el mandato de Ayuso en materia sanitaria directamente como “estéril e inservible”.

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No obstante, la estadística de la Consejería de Sanidad sí registra en el último año una mejora en las listas de espera quirúrgica, el apartado en el que además sale mejor parada en comparación con otras Comunidades Autónomas. 91.182 personas esperan una operación y 4.246 de ellas llevan así más de 6 meses. Son un 36% menos que en julio de 2021, pero la cifra multiplica por 14 las 292 que estaban en esta misma situación cuando Ayuso llegó a la Puerta del Sol.

“Esto no es un fallo del modelo, esto es el modelo que nos quiere imponer la señora Ayuso y el Partido Popular”, crítica Mónica García, de Más Madrid, que habla de “desguace de la sanidad pública”. La jefa de la oposición los acusa de “hacernos pagar con tiempo, lo que creen que deberíamos estar pagando con dinero”. Para el socialista Juan Lobato es un asunto de voluntad política: “Madrid tiene capacidad económica y debería tener capacidad de gestión y sensibilidad [para reducir las listas de espera]”, ha dicho en una entrevista en Telemadrid. Carolina Alonso, desde Unidas Podemos, cree que la presidenta está más centrada en criticar a quienes le afean la situación de los servicios públicos que en gestionarlos y pide a Ayuso “que se ponga en serio a trabajar para reforzar la sanidad y la educación, que están en cuadro”.

Carmen Delgado es una de esas madrileñas que ya ha salido de las listas de espera. El 15 de agosto de 2021 se rompió el menisco, pero no consiguió que la operaran hasta seis meses después, en febrero de este año, y gracias a que cogió varios atajos. Está en el paro, pero decidió pagar de su bolsillo los 100 euros que le costó una resonancia magnética en la sanidad privada. “Me salté -estima- por lo menos tres meses de espera”. También aceptó una derivación a un hospital que no le corresponde: “El mío es el Ramón y Cajal, pero me ofrecieron operarme en el de la Cruz Roja porque estaba muy atascado”, cuenta. Hace solo unos días tuvo que pedir cita para su hijo con el dermatólogo y se volvió a topar con el mismo problema: “Nos han dado –exclama- para enero de 2024.”