“Los niños saharauis nos aportan más a las familias de acogida que nosotros a ellos”
El Ayuntamiento fuenlabreño recibe a las familias de la ciudad que participan en el programa ‘Vacaciones en paz’ para acoger a niños saharauis en verano
![Roberto Ruiz, presidente asociación Río de Oro, habla sobre la acogida de niños saharauis en verano por famlias fuenlabreñas.](https://cadenaser.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fsdmedia.playser.cadenaser.com%2Fplayser%2Fimage%2F20227%2F27%2F1658921693196_1658921855_asset_still.jpeg?auth=2e490d0a18c03160241cd7ced4f8d32438226974b48722f91e74d4fbfd9d0d9b&quality=70&width=736&height=414&smart=true)
Roberto Ruiz, presidente asociación Río de Oro, habla sobre la acogida de niños saharauis en verano por famlias fuenlabreñas.
24:33
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Fuenlabrada
Hamudi tiene siete años, acaba de llegar hace dos días y en español sabe decir ‘hola’ y poco más. Con sus grandes ojos negros mira con asombro y timidez todo lo que ve, pero interactúa con alegría con los otros niños saharauis y con las ‘madres’ españolas. Es uno de los niños acogido durante el verano por una familia fuenlabreña, la de Lola. Ella es abuela de acogida. Desde hace 24 años ha participado en el programa ‘Vacaciones en paz’ y ha acogido a varios niños procedentes de los campamentos saharauis. Ahora lo hacen sus dos hijas y mientras ellas trabajan, Lola los atiende. “Llevamos todo el año esperando este momento”, afirma. Y por fin llegó, aunque más tarde lo esperado, según afirma Roberto Ruiz, presidente de la asociación “Ríos de Oro”, encargada de organizar la acogida en Fuenlabrada.
El cambio de política del Gobierno de España en relación con el Sahara y Marruecos podría haber afectado de alguna manera a esta iniciativa. “No nos dicen muy bien qué es lo que ha pasado, pero algo ha debido influir, porque nunca se había retrasado tanto el proyecto de ‘Vacaciones en Paz’, no sabemos quién pero les han robado tres semanas a estos niños que han llegado con retraso a España. Ha habido muchos problemas burocráticos y han perdido tres semanas de sus vacaciones para poder venir. Cuando los informes de las comunidades autónomas tenían que estar hechos, no lo estaban y eso ha retrasado todo” afirma Ruiz.
La pandemia también afectó a esta iniciativa, no sólo por el corte que han puesto estos dos años, sino porque ha provocado un cambio del proyecto y han vuelto a los orígenes, trayendo niños más pequeños. Este año en Fuenlabrada hay nueve niños de entre 7 y 8 años. Algo positivo por un lado, pero negativo por otro, ya que ha cortado la llegada de otros menores que llevaban años viniendo.
Hoy familias y niños han sido recibidos por los tenientes de alcalde, Mónica Sebastián, y Francisco Paloma. Para ellos organizarán diferentes eventos como un desayuno saludable. De momento, les han hecho entrega de unas mochilas para que guarden todo lo necesario para ir a la piscina, una de las actividades estrella para los pequeños.
Madres y abuelas de acogida
Lola lleva 24 años como madre y ahora abuela de acogida. Reconoce que este año y los anteriores se vienen viendo muchas diferencias en los niños. “Los primeros años se querían llevar los grifos, no sabían subir escaleras o lo que era un interruptor de luz, ahora con la televisión han aprendido muchas cosas y ya no se sorprende tanto”. Su experiencia en este programa es más que enriquecedora. Los niños que ha venido acogiendo estos años, son ‘sus niños’ y siempre que necesitan algo les tiende la mano.
Ahora prepara toda la documentación necesaria para ayudar a que pueda venir a España la primera niña saharaui que acogió, ahora tiene 28 años, un niño y está embarazada.
Maricarmen vivió la experiencia tres años antes de la pandemia, tiempo en que estuvo acogiendo en verano al hermano del niño que este año ha venido. Reconoce que como han llegado más tarde, todo se ha retrasado. “Les ha visto el dentista y les va examinar el médico, pero en el caso de su hermano le revisaron de arriba abajo, tenía anemia y se recuperó, tapones que les genera la arena y se los quitaron…”.
Dice que las familias acogedoras aprenden más de estos niños, que ellos de las familias. “Yo he llevado a mis hijos a cualquier sitio y te piden que les compres de todo, estos niños no piden nada. Tú les ofreces constantemente y ellos te hacen un ademán como de que no quieren nada. Sólo quieren que juegues con ellos”. Además, otra de las grandes diferencias de la infancia en ambos lugares, dice Maricarmen, está en los juegos. “Ellos reclaman jugar en la calle, al balón, con un coche que les falta las ruedas, con chapas, con canicas…, y nosotros estamos acostumbrados a darles juguetes caros y tecnológicos. Se entretienen sin necesitar una televisión grande, una play u otras cosas”
En este tiempo, además de la revisión médica, es importante la alimentación, pero Carmen reconoce que hay muchas cosas que no han comido nunca y las rechazan. “Yo les doy mucha fruta, carne y pescadito. Su hermano se fue con cinco kilos más”.
Este martes los nueve niños pasaron revisión con el dentista gracias al convenio del Ayuntamiento con la URJC y el viernes serán revisados en el hospital de Fuenlabrada. Hasta finales de agosto pasarán un verano inolvidable para ellos con las personas con las que establecerán lazos, en muchos casos, que perdurarán toda una vida.