El hermano de una de las víctimas de Germanwings: "Durante mucho tiempo piensas que un día se abrirá la puerta y aparecerá"
Diez años después del siniestro, el hermano de Cristina Muñoz explica que escribir un libro sobre ella fue 'medicinal' pero que le costó mucho asimilarlo

Un memorial dedicado a las víctimas de la tragedia aérea en 2015 en Haltern am See, Alemania / CHRISTOPHER NEUNDORF (EFE)

Barcelona
Durante muchos años, Sergi Muñoz no pudo asimilar que su hermana Cristina era una de las víctimas de Germanwings. En una entrevista en Aquí Catalunya, junto al amigo a quien le encargó hacer un libro para recordarla, explicó que tardó en hacerse a la idea: 'Tu subconsciente sigue pensando que aparecerá tarde o temprano y estarás en casa, se abrirá la puerta y aparecerá ella o te devolverá tantas llamadas que hiciste en ese momento'. 'Realmente lo piensas durante mucho tiempo', dijo.
Diez años después, el día que se cumple el aniversario, asegura que está 'tranquilo y bien' y que la echa de menos 'tanto hoy como el 31 de diciembre', pero reconoce que días como hoy son difíciles porque hay ruido, los medios se hacen eco y es duro recordar esos momentos. Según explicó, la tragedia es compleja porque 'es una herida que tienes abierta siempre que no cicatriza' y aprendes a convivir con la tragedia que sabes que de vez en cuando te hará daño'. Añadió que 'mentalmente no estás preparado para la muerte antinatural de una persona que amas'.

El germà d'una de les víctimes de Germanwings: "Durant molt de temps penses que un dia s'obrirà la porta i apareixerà"
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Hoy, Sergi no recuerda muchas cosas del día que su madre le llamó cuando estaba trabajando y le avisó, pero sí que enseguida se fueron al Aeropuerto del Prat: 'Mi cuerpo ha querido borrarlo y recuerdo muy pocas cosas'. Ahora dice que llora, pero 'con una sonrisa' porque está muy orgulloso de su hermana y eso le permitió hacer el libro para el cual pidió ayuda a un amigo de la infancia, Marçal Gribau. Quiso hacer El vuelo de Cristina porque 'las personas desaparecen de este mundo cuando nadie las recuerda y lo mejor era plasmar su historia para que su recuerdo perdurara'.
Hacer el libro le ayudó muchísimo y asegura que fue 'medicinal' y le hizo 'abrir los ojos y exponerse mucho más y abrirse. Antes, 'podías hablar de ella, pero las emociones salían y mis ojos se llenaban de lágrimas y era muy difícil hablar de ella'. 'Muchas conversaciones y sentimientos salían a medida que ibas descubriendo emociones que afloraban', explicó del proceso de hacer el libro y recopilar los recuerdos. Su amigo filólogo, dijo que lo más duro fue el encuentro con la madre porque ella no estaba preparada para hablar de ello, pero el libro les obligó empezando por Sergi a hacerlo y 'pasar página y hacer limpieza'.
Él ha salido adelante, también sus padres, para quienes la muerte de un hijo 'es antinatural', pero 'la vida te hace pensar en muchas cosas de tus hijos'. 'A mí me ven crecer rehacer mi vida; me caso, tengo hijos, etc., y es inevitable pensar qué hubiera pasado con ella. Su hija se llama Tina, de 'una vitalidad enorme' y vio un cambio en sus padres cuando la tuvieron porque ponen 'muchas energías en ella' y ha contagiado su vitalidad a toda la casa'.
"Los derechos de autor del libro los cedió a la Universidad Autónoma de Barcelona porque 'no quería que nadie se lucrara con un libro tan bonito o algo tan trágico' y los han cedido a esta universidad porque es donde su hermana pasó muchos años investigando allí becada. Con el dinero del libro, quieren que se contribuya a ayudar a los investigadores y dar becas.
"La montaña nos llama"
Desde Le Vernet, cerca de donde se estrelló la aeronave aquel 24 de marzo de 2015 en los Alpes franceses, la presidenta de la asociación de víctimas de aquella tragedia, Lourdes Bonet, explicó, también a los micrófonos de Ser Catalunya, que diez años después 'las sensaciones son más distantes pero muy vivas aún e impresionan'. Volver al lugar de los hechos es 'reencontrarse con la imagen de los helicópteros que retiraban los restos de las víctimas y el aparato' y acercarse al lugar donde murieron sus seres queridos, aunque la mayoría de los restos ya no están allí: 'La montaña es lo que nos llama'.
La identificación de las víctimas, una tarea rigurosa
En este programa especial de Aquí Catalunya también participó Anna Hospital, forense que se encargó de la identificación de los cadáveres. Diez años después, garantiza que las tareas se llevaron a cabo con la mayor profesionalidad y cuidado posibles, y en esta línea coincide quien era vicepresidenta del Gobierno entonces, Joana Ortega, que valoró el trabajo también de la Cruz Roja desplazada hasta allí y que asesoró a los familiares. Cuando llegaban los familiares, les tomaban muestras de ADN 'con mucho respeto, con mucha profesionalidad y con una buena coordinación entre los profesionales que trabajaban allí', recuerda Ortega.
Quien está convencido de que un accidente como este no se volverá a producir es Ramón Vallès, piloto de avión de Iberia, que se implicó mucho en este trágico suceso hace diez años. 'En tiempo récord se averiguó que no había sido un accidente, la caja negra descartó un ataque terrorista: era un acto intencionado por una persona con una enfermedad mental y medicado hasta las cejas', unos hechos que Vallès insiste que es un caso aislado. Desde la asociación de familiares de las víctimas reclaman a todos los países de la UE que -como ocurre en España desde 2022 gracias a la presión que han hecho- sea el médico quien informe automáticamente de las altas y bajas de los trabajadores."