Junts condiciona los presupuestos a la amnistía, las inversiones pendientes y el catalán en Europa: "Por ahora, mal"
El secretario general de Junts, y mano derecha de Puigdemont, Jordi Turull, advierte al PSOE de que el acuerdo por la delegación de competencias en inmigración no será moneda de cambio para los presupuestos

Jordi Turull, secretari general de Junts

Barcelona
¿Se puede ir más allá? Es la pregunta que planea en la Moncloa. Después de haber cedido con Junts en la delegación de competencias en inmigración, esperan a los de Puigdemont para los Presupuestos Generales del Estado. En una entrevista en el Aquí Catalunya, el secretario general de Junts, Jordi Turull, ha puesto agua al vino a las esperanzas de Pedro Sánchez, advirtiendo que este acuerdo no es suficiente. "Se lo hemos dicho siempre, no entraremos en una negociación que pueda ser el timo de la estampita", es decir, de presupuestos que prevén una inversión que al final no se acaba materializando al 100%.
Basándose en esa premisa, Turull anticipa que "de presupuestos hablaremos siempre que nos acrediten el cumplimiento de los anteriores y como por ahora no pueden hacerlo, pues mal". La solución que plantea Junts es que el gobierno central entregue al gobierno catalán "un cheque con el dinero no invertido".
Sin embargo, liquidar las cuentas pendientes no es la única condición. La mano derecha de Puigdemont en Junts y uno de los principales negociadores con el PSOE añade dos exigencias más a la lista. Una, que el gobierno se arremangue para conseguir que el catalán sea reconocido como lengua oficial en Europa. La otra, lo que el propio expresident ha bautizado como "amnistía política", es decir, que Pedro Sánchez i Salvador Illa reconozcan a Puigdemont como interlocutor válido y se reúnan abiertamente con él a pesar de que la justicia aún no le haya concedido el olvido penal.
Turull también se ha referido a la viabilidad de sacar adelante la ley orgánica que el PSOE y Junts han registrado en el Congreso para la delegación de competencias en inmigración y al rechazo frontal que han expresado públicamente desde Podemos. Los cuatro votos de los morados son indispensables para esta cesión competencial se apruebe y, por ahora, los de Ione Belarra están anclados en el no argumentando que Junts es un partido racista. "El problema es que se nos acuse a nosotros de ultraderecha y de fascistas, cada vez que sale alguien que quiere abordar un problema, sale la extrema derecha o la extrema izquierda a decir de todo". El secretario general del partido independentista reivindica que son "el los de la 'Catalunya un sol poble'", en alusión a las políticas de integración que defendía en su día, Jordi Pujol.
Desde Junts se muestran "abiertos a mejorar la ley siempre que sea en positivo", ahí donde, por ejemplo, desde Podemos perciban "alguna expresión racista". Eso sí, "sin recortes en la soberanía de Catalunya". Incluso dejan abierta la posibilidad de apoyar la ILP que la formación morada pide que se apruebe como paso previo negociar sobre esta delegación. Y si finalmente no consiguen convencerles, Turull entiende que "Podemos deberá explicar muy bien por qué en un tema de delegación de competencias tienen un concepto igual que VOX".